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Outplacement social para los más excluidos

21 Agosto 2018 a las 10:08

“Sí, padrecito, queremos ir, pero queremos quedarnos, queremos trabajo, queremos regenerarnos”, así describía Alberto Hurtado, en 1949, el clamor de los hombres que dormían bajo los puentes del Mapocho y que, como hoy, se resistían a recibir ayuda por padecer alcoholismo, tener discapacidad mental, carecer de papeles, tenerlos “manchados” o adolecer de voluntad para salir adelante.

Por Ricardo Délano, director ejecutivo de Fundación Emplea.

Hoy, que Chile es parte de la Ocde, la comunidad de los países mejor portados en lo económico y social, el clamor de casi 700 mil personas sigue siendo el mismo: ¡queremos trabajo! Los excluidos del mercado laboral en Chile son con exactitud 676.076 personas en situación de pobreza. Compatriotas y migrantes -una realidad que no conoció el padre Hurtado- con potencial de emplearse, pero que no lo logran por cuestiones tan concretas como carecer de redes, de un oficio, de dientes, de visa de trabajo; no saber escribir un CV, hablar con aplomo o plantarse con seguridad en una entrevista laboral; tener consumo de alcohol y otras drogas o alguna discapacidad. Es increíble cómo las condiciones de la exclusión se mantienen. Escribía el padre Hurtado: “Trabajo: eso supone un oficio que no conocen, una disciplina que no han adquirido en su vida de vagabundos, ropa decente que les sirva de presentación como hombres corrientes, no como ‘pelusas’”.

Si bien Chile es el país de Latinoamérica con la menor tasa de desempleo, es nuestra responsabilidad desarrollar programas de intermediación laboral para los grupos excluidos. Esa es la tarea pendiente de esta nación Ocde ubicada al fin del mundo: crear un dispositivo público, efectivo, de libre acceso, que permita desarrollar trayectorias laborales, con diagnóstico, búsqueda y acompañamiento a la medida de cada candidato. Con excepción de la franquicia Sence, hoy no existe financiamiento regular para la intermediación laboral desde ningún servicio del Estado. Se requiere modificaciones a las herramientas de fomento al empleo y cooperación de la empresa, a través de donaciones o compra de servicios.

Emplea, fundación del Hogar de Cristo, ha desarrollado un modelo centrado en las personas más vulnerables, tomando en cuenta sus historias de vida y aprendizajes, para que logren encontrar un trabajo de calidad y lo mantengan en el tiempo.

El modelo de Emplea, tomado de experiencias internacionales, representa un salto respecto de lo que hoy se hace en Chile, que se ha centrado en la capacitación en oficios. Hoy se gasta 50 veces más en cursos inconducentes que en empleabilidad e intermediación laboral de los grupos que hoy se encuentran marginados del empleo. Si parte de esas 700 mil personas inactivas lograran ocuparse, el PIB del país se elevaría en varios puntos.

Tal como los ejecutivos que pierden el trabajo reciben apoyo de outplacement, que es el nombre “elegante” para la intermediación laboral, Emplea empieza este 23 de agosto, a ocuparse del outplacement no de los cesantes de corbata, sino de los que han estado excluidos de manera permanente del mercado laboral. Aunque ya contamos con experiencia y casos de éxito, ahora tendremos una oficina para esta tarea, donde les ofrecemos la llave de entrada y el carnet de permanencia en un trabajo a los que nada tienen.

Fuente: La Tercera.

 

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