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Mujeres Bacanas de Quilicura:

Las 9 razones del porqué lo son

Una mujer bacana no es sólo aquella que innova y revoluciona las ciencias, como lo hizo Madame Curie o una líder de la política mundial como Angela Merkel. O nuestra Gabriela Mistra en la literatural. Aquí te contamos sobre un grupo de guerreras que día a día luchan por sí mismas, sus familias y por un porvenir mejor. Lo hacen en un centro de rehabilitación de consumo de drogas que es único, escaso y ultra necesario en el Chile actual.

Por María Luisa Galán

23 Marzo 2022 a las 19:42

“Las mujeres del Programa Terapéutico Residencial Quilicura son grandiosas, porque a pesar de haber pasado por muchos traumas, dificultades y problemas de consumo, han decidido ingresar a esta comunidad queriendo resignificar sus vidas”, escribió hace unos días Katherine Lavín para la alianza entre el Hogar de Cristo y el sitio web Mujeres Bacanas. Ella, junto a sus diez compañeras, viven en el programa de Quilicura, algunas con sus hijos pequeños, para rehabilitarse y superar el consumo problemático de sustancias.

Para Katherine, todas las que están ahí son bacanas, guerreras. “Las postulé porque todas somos mujeres bacanas. Cuesta mucho tomar la decisión de cambiar. El consumo, la droga que sea, es muy fuerte y cuesta mucho tomar la decisión y dar el paso. Una está en una ambivalencia de que quiere, pero a los dos días no. Creo que todas somos unas personas fuertes, mujeres guerreras, que quisimos dar ese paso y seguir luchando aquí adentro, día a día. Nos es fácil mantener la convivencia con personas que uno no conoce y luchar contra la adicción, porque nos dan cravings, sobre todo al principio que son los días más difíciles”, dice Katherine, que está a pocos días de egresar.

Sus compañeras también tienen mucho que decir. Sobre sí mismas y su mujer bacana.

Ximena lleva quince días de tratamiento, luego de haber consumido durante 20 años todos los días. “Me siento muy contenta porque este centro me ha apoyado mucho. He sido fuerte, he tenido mucha valentía. Y doy gracias a este equipo. Mi mujer bacana es mi madre porque la amo y es la que me ha ayudado en todo, apoyado siempre. Pero no estoy por ella, estoy aquí por mí, porque me quiero mejorar. Aquí adentro, la Nayareth, la terapeuta ocupacional, es una mujer bacana, porque me ha ayudado mucho, me escucha”.

Larissa está aquí desde hace seis meses y medio. “Estoy orgullosa y contenta de estar aquí. Es muy significativo ya que me dan una oportunidad para salir adelante, sobre todo los terapeutas y mis compañeras. Quiero optar por un nuevo estilo de vida que me merezco. Mi mujer bacana es mi madre, porque me ha dado la fuerza y gallardía para triunfar en la vida ante cualquier adversidad”. Sobre el equipo, agrega: “Para mí son todas bacanas, todas tienen algo que entregar y aportar”.

Betsabé, con ocho meses en el programa. “No ha sido fácil, tampoco imposible. Mi mujer bacana soy yo mismo, por mi resiliencia, por todas las cosas que he vivido en la vida, hoy estoy aquí parada, luchando por mí y mis hijos. Aquí adentro mi mujer bacana es la psicóloga María José, la Cote, porque siempre está apoyándome, me da consejos, y es una muy buena mujer y profesional”.

Jacqueline vive en programa residencial desde hace diez meses. “Me he superado harto. Acá me están ayudando con mis estudios. Son muy buenos los terapeutas, los psicólogos, el médico que viene, las compañeras. Llegué sin dientes y míreme ahora –dice, sonriendo–, tengo mis dientes, hago mis tareas y me van a postular para hacer mis exámenes libres para sacar la enseñanza media. Mi mujer bacana es mi mamá, que está en el cielo. Ella y yo, somos mujeres bacanas. Y ella es bacana porque fue muy buena, nunca me pegó y éramos como hermanas, salíamos para todos lados juntas. La extraño pero sé que está descansado tranquila junto al único hijo que tuve. Sobre el equipo, todas son bacanas, las terapeutas, las psicólogas, pero personalmente la Nayareth es bacán, porque me inscribió en los cursos”.

Las mujeres bacanas de Quilicura. Algunas residentes y parte del equipo terapéutico.

María José reside hace cinco meses en el centro. “Mi mujer bacana es mi mamá porque siempre ha aperrado con nosotros, sola y ahora con mi hijo. Nos ha apoyado en todo. Es un pilar para mí”.

Fabiola lleva sólo un día en Quilicura tras once años de consumo. “Me estoy adaptando al grupo y ha sido rico. Mi mujer bacana es mi hija, es mi mano derecha, todo mi apoyo. Ella con mis otros hijos”.

Katherine, doce meses el programa. “Para mí ha sido importante en este proceso. Estuve cuatro años en consumo y abandoné a mis hijos. Aquí he podido resignificar mi vida, salir adelante, empoderarme como mujer, mamá e hija. Para mí, mi mujer bacana es mi mamá porque a pesar de todos los conflictos que hemos tenido, hemos podido resolver los conflictos entre madre e hija. Ella se ha hecho cargo de mis hijos, lo que ha sido muy importante porque si no estarían en el SENAME. Del equipo terapéutico, para mí la bacana es Griselda, porque fue mi terapeuta y me ayudó mucho. Si me tenía que tirar las orejas porque había hechos cosas mal, lo hacía. Así también me felicitaba. Gracias a ella y a mi esfuerzo, soy lo que soy. Pero todas son bacanas, por su constancia por enfocarnos y tirarnos para arriba día a día”.

Paula vive hace tres meses aquí, tras veinte años de consumo. “Mi mujer bacana es mi hija. A pesar de la edad que tiene, 13 años, es una mujer bacana. Está recién aceptando mi problema, ella no sabía, y lo ha tomado de una manera increíble. Me ha apoyado mucho”.

Natividad lleva un año en el centro. “Mi mujer bacana es mi hermana porque siempre ha estado conmigo. Me ha apoyado en todo. Ahora mi mamá y mi hija, pero mi hermana es bacana”, dice escuetamente porque no puede hablar mucho debido al consumo de drogas, pero agrega que hoy está bien. Sobre el equipo, cuenta: “La Grise, la Cote y la Nayareth son bacanas”.

Sus mujeres bacanas famosas

Además de mencionarse a sí mismas, sus mamás –sobre todo las madres–, hermanas e hijas como mujeres bacanas, también tienen en su retina a famosas. Sobre estas, opinan:

Ximena. “Para mí es la Myriam Hernández, porque ella es súper sencilla. Es amorosa, me gusta como es”.

Betsabé. “La Pamela Díaz porque es sin censura, dice las cosas como son. Las mujeres del medio televisivo son súper recatadas y ella es como es, y eso me gusta, su valentía”.

Jacqueline. “A mí me gusta la doctora Polo porque se mete dentro de las personas y siente lo mismo. Siente rabia, alegría, pena y lo demuestra. Dice la cosas al pan, pan y al vino, vino. Ella dice que esto es así porque yo lo digo y lo soluciono así porque yo quiero”.

Imagen del Facebook de Ana María Polo.

Paula. “A mí me gusta la Isabel Allende porque me gusta lo que escribe. Me gustó mucho su libro Paula, que es su historia de vida. Encuentro que es una mujer luchadora. Sufrió muchos años”.

Larissa. “A mí me gustan la doctora María Luisa Cordero o la Pamela Jiles, porque dicen las cosas claras y no les importa el qué dirán. Siempre tienen la palabra, responden rápido, realmente las encuentro bacanas”.

Fabiola: “A mí me gusta la Montserrat, la que sale en Chilevisión con Julio César, porque la hallo sincera en todas las noticias que da. La hallo bacana”.

¿Tienes alguna mujer bacana? Te invitamos a destacarla y contar brevemente su historia acá.

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