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Misión y Visión

“Al partir, volviendo a mi Padre Dios, me permito confiarles un último anhelo: el que se trabaje por crear un clima de verdadero amor y respeto al pobre, porque el pobre es Cristo”. Esas son las últimas palabras de Alberto Hurtado y de ellas nace nuestra visión: trabajar para erradicar la pobreza y desatar la solidaridad entre hermanos. Todo para construir un Chile sin desigualdad y con dignidad para todos. 

MISIÓN

El Hogar de Cristo acoge con amor a quienes viven en pobreza y vulnerabilidad, para ampliar sus oportunidades a una vida mejor. Convoca con entusiasmo a través del voluntariado y vincula a la comunidad en su responsabilidad con los excluidos de la sociedad. Es una organización transparente, eficiente y eficaz, que animada por la espiritualidad de san Alberto Hurtado promueve una cultura de respeto, justicia y solidaridad.

VALORES

Porque no basta con hacer el bien, sino que hay que hacerlo bien, nuestro actuar está guiado por valores como la Solidaridad, Compromiso, Espíritu Emprendedor, Respeto, Justicia, Transparencia y Trabajo en Equipo.

Solidaridad: La solidaridad es sinónimo de apoyo, respaldo, ayuda, protección. Cuando se persigue una causa justa -en nuestro caso, lograr la inclusión y plena participación de todos, eliminando la desigualdad, la exclusión que surge de la vulnerabilidad y de la pobreza- se hace mejor el mundo, más habitable y digno. Solidaridad viene de soliditas, concepto del latín que expresa la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza.  De eso se trata, de encontrar la solidez que surge de la colaboración y el trabajo mutuo en favor de los más desfavorecidos. 

Compromiso: El mundo está cansado de palabras, quiere hechos. La invitación es a trabajar incansablemente y terminar con la desigualdad y la injusticia. Como decía el padre Hurtado: “El hombre con sentido social no espera que se presenten ocasiones extraordinarias para actuar. Todas las situaciones son importantes para él, pues repercuten en sus hermanos”. Hay que ponerse manos a la obra, ¡ya!

Espíritu Emprendedor: Se requiere tener una visión amplia y un corazón grande. Eso impulsa a la creatividad, a la innovación, a la audacia con responsabilidad para abordar la desigualdad y la pobreza, inspirados siempre por la justicia.

Respeto: Debemos hacer de la tierra una casa digna para todos los hombres y eso pasa por no excluir, no estereotipar, no discriminar. Se trata de poner al pobre al centro de nuestro trabajo, escuchando su voz, validándola y considerándola en el trabajo de promoción social que hacemos. Nos guía la frase: “Nada sobre nosotros sin nosotros”, lema acuñado por el movimiento de las personas con discapacidad en el mundo, pero que aplica absolutamente al caso de quienes viven en pobreza y vulnerabilidad. Es una expresión que comunica la idea de que ninguna decisión que influya sobre ellos debe hacerse sin su participación

Justicia: La caridad comienza donde termina la justicia es quizás una de los pensamientos más conocidos de Alberto Hurtado. Como decía él: “Hay muchos que están dispuestos a hacer la caridad, pero no se resignan a cumplir con la justicia; están dispuestos a dar limosna, pero no a pagar el salario justo…”. Y remata con otra reflexión potente: “La injusticia causa enormemente más males que los que puede reparar la caridad”. Hogar de Cristo te invita a abolir la injusticia contraponiéndola con la solidaridad.

Transparencia: Es nuestra responsabilidad, como una causa que se sostiene con los aportes y donaciones del “conjunto anónimo de chilenos de corazón generoso”, ser estrictamente transparentes en la administración de los ingresos del Hogar de Cristo. Cómo y para qué se usan; cómo se distribuyen; de dónde provienen. Toda esa información debe estar actualizada y a disposición de quien desee consultarla. Eso es lo que hacemos de manera digital mediante nuestra Memoria Anual y en Cuentas Públicas presenciales y participativas una vez al año en todas las regiones.