PERSONAS PRIVADAS

DE LIBERTAD

la mayor parte de la población…

privada de libertad, desde antes de su condena, tiene historias de exclusión social, marginalidad y vulneración de derechos. La cárcel nos muestra una dura realidad que replica y agudiza la desigualdad de nuestros barrios marginales, lo cual se aleja de lo establecido en normativas nacionales e internacionales con respecto al rol del Estado en la protección de los derechos de las personas encarceladas.

La Constitución de Chile asegura a todas las personas el derecho a la vida, a la integridad física y psíquica, y la prohibición de todo apremio ilegítimo. Sin embargo, un 38,7% de las personas privadas de libertad reportó haber sufrido de maltrato físico y un 44,3% maltrato psicológico por parte de funcionarios de Gendarmería; y un 21,1% habría sufrido de maltrato físico y un 33,7% maltrato psicológico por parte de sus pares. Por otra parte, un 21,1% señaló haber sido torturado alguna vez en su condena. La integridad de los presos también se ve afectada por el hacinamiento y las condiciones de habitabilidad y salubridad.

Estas situaciones deben ser corregidas, porque como expresó certeramente alguna vez Nelson Mandela: “Nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber estado en una de sus cárceles. Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada”.