Hogar de Cristo
Hogar de Cristo acoge con amor y dignidad a los más pobres entre los pobres, para ampliar sus oportunidades a una vida mejor. Convoca con entusiasmo y vincula a la comunidad en su responsabilidad con los excluidos de la sociedad. Es una organización transparente, eficiente y eficaz, que animada por la espiritualidad de san Alberto Hurtado promueve una cultura de respeto, justicia y solidaridad.
“EL FUTURO DE LOS NIÑOS ES SIEMPRE HOY, MAÑANA SERÁ TARDE”, GABRIELA MISTRAL.
Miles de niños y niñas viven sus primeros años, claves para el desarrollo, en situación de exclusión social. Por este motivo, nos resulta fundamental entregar una Educación Inicial oportuna y de calidad, en donde se favorezca su protagonismo activo y se respeten sus derechos en nuestros jardines infantiles y salas cunas.
” EN LA CALLE EL FRÍO NO ES LO QUE MATA, LO QUE MATA ES LA INDIFERENCIA”
HOSPEDERIAS: Las Hospederías son programas en los que se entrega servicios de hospedaje nocturno, alimentación y apoyo básico a personas en situación de calle, quienes viven una permanente desprotección, vulnerabilidad y exposición a riesgos, provocando deterioros y situaciones de daño.
RUTAS NOCTURNAS: En las Rutas Nocturnas se visita a personas que por diversos motivos no acceden a dispositivos de alojamiento y se les entrega prestaciones básicas de alimentación, abrigo y orientación.
RESIDENCIAS: La Residencia para la Superación ofrece alojamiento, servicios básicos y orientación a personas en situación de calle, que se encuentran en proceso de salida de esta situación. Favorece el desarrollo de proyectos personales de los participantes, con énfasis en el mejoramiento de las competencias laborales, habilidades sociales y de incorporación a las redes sociales.
“EL ARTE DE ENVEJECER, ES EL ARTE DE CONSERVAR ALGUNA ESPERANZA”
Nuestro objetivo es vincular con el entorno a adultos mayores en situación de vulnerabilidad y exclusión y con algún grado de dependencia.
Para ello, contamos con los Programas de Atención Domiciliaria donde trabajamos en los hogares de nuestros acogidos, con el fin de entregarles los apoyos psicosociales y materiales necesarios para que se mantengan en sus comunidades, con una mejor calidad de vida y también fortaleciendo su vinculación con redes de apoyo comunitarias e institucionales para así lograr una mayor autonomía.
“EL CONSUMO ES UN MAL REMEDIO, PERO ES EL ÚNICO QUE TIENEN LOS MÁS POBRES”
Según datos de SENDA 2019, 649.160 personas entre 12 y 64 años presentan consumo problemático de alcohol y/o drogas. De ellas 131.943 manifiestan la necesidad de recibir tratamiento. La oferta total de programas terapéuticos, incluidos los del Estado y los de la Sociedad Civil Organizada es de unas 22 mil plazas anuales, por lo que se puede estimar una brecha anual de más de 109 mil planes de tratamiento.
El efecto de la pandemia –cuarentenas, sensación de incerteza, soledad, temor– también impactó en el consumo de alcohol y otras drogas, alterando el acceso, el tipo y la forma de consumo. Además modificó los hábitos laborales y de salud de las personas, incrementando sentimientos de aislamiento, ansiedad, desamparo. Como el consumo de alcohol y drogas varía según distintos elementos externos a las personas, como su condición socioeconómica o la existencia de redes de apoyo, la pandemia se suma como un factor de estrés que perjudica la posibilidad de controlarlo.
Hogar de Cristo entrega apoyo y acompañamiento terapéutico a personas que se encuentran en situación de pobreza y exclusión social, y que presentan además consumo problemático de alcohol y/o drogas.