Trabajo

“La palabra trabajo debería sugerirnos a todos no solo un medio para ganar la vida, sino una colaboración social”,

ALBERTO HURTADO

Según CASEN 2022, la tasa de ocupación de los hogares volvió a la tasa del 57% previo a la pandemia. Sin embargo, al desagregar por nivel de ingresos autónomos, los hogares pertenecientes al 40% de menores ingresos están rezagados en la recuperación del empleo. Solo los hogares del quintil de mayores ingresos han mejorado su acceso al empleo formal.

Destaca en la Casen 2022, el indicador de Ocupación con un 9,6% en el caso de los hogares sin niños, niñas y adolescentes (NNA)  y con un 12,5% para los hogares con presencia de NNA. Este indicador aumentó con respecto a Casen 2017, la que estimó un 11,0% (aumenta 1,5 en Casen 2022).

La desocupación de los jefes de hogar redunda en una disminución de los ingresos disponibles, lo que puede impactar en múltiples dimensiones del bienestar de niños, niñas y adolescentes. Esta situación es particularmente preocupante cuando persiste en el tiempo, rompiendo la rutina diaria de las personas y afectando en el estrés familiar, estigmatización y disminución de la autoestima de los cuidadores y de los niños, niñas y adolescentes (Alianza Erradicación de la Pobreza Infantil, 2021).

Además, la brecha de acceso al empleo formal entre el quintil más rico y el quintil más pobre, ha aumentado constantemente entre los años 2006 y 2022. ¿Cuál es la razón por la cual en los últimos 16 años, los hogares del quintil más pobre no han logrado mejorar su participación en los trabajos formales?

Hogar de Cristo, a través de Fundación Emplea, trabaja por alcanzar la inclusión laboral de las personas que se encuentran desempleadas e inactivas, y que viven en situación de pobreza monetaria y multidimensional, a fin de que se puedan incorporarse y adquirir competencias para mantener un empleo, y así mejorar su calidad de vida y la de sus familias.