” EN LA CALLE EL FRÍO NO ES LO QUE MATA, LO QUE MATA ES LA INDIFERENCIA”
HOSPEDERIAS: Las Hospederías son programas en los que se entrega servicios de hospedaje nocturno, alimentación y apoyo básico a personas en situación de calle, quienes viven una permanente desprotección, vulnerabilidad y exposición a riesgos, provocando deterioros y situaciones de daño.
“EL ARTE DE ENVEJECER, ES EL ARTE DE CONSERVAR ALGUNA ESPERANZA”
Nuestro objetivo es vincular con el entorno a adultos mayores en situación de vulnerabilidad y exclusión y con algún grado de dependencia.
Para ello, contamos con los Programas de Atención Domiciliaria donde trabajamos en los hogares de nuestros acogidos, con el fin de entregarles los apoyos psicosociales y materiales necesarios para que se mantengan en sus comunidades, con una mejor calidad de vida y también fortaleciendo su vinculación con redes de apoyo comunitarias e institucionales para así lograr una mayor autonomía.
“LA DISCRIMINACIÓN ES EL PRINCIPAL IMPEDIMENTO DE LA DISCAPACIDAD”
Hogar de Cristo, a través de tres programas -residencial, ambulatorio y domiciliario-, entrega apoyo social a personas adultas en situación de pobreza y exclusión social con discapacidad mental (psíquica y/o intelectual) y sus familias, para favorecer el ejercicio de sus derechos fundamentales. Promovemos la mantención y desarrollo de sus capacidades, la vinculación con su comunidad y el desarrollo de su mayor autonomía posible, a través de un sistema integrado de apoyos y servicios sociales de calidad.
Jefatura
Leandro Antonio Cortés Araya, Jefe de Operación Social Territorial
Dirección
Monjitas N°715, Castro Chiloé
Teléfonos
Historia
El 12 de marzo de 1991 se abre la filial Ancud en la Isla Grande de Chiloé, a pesar de su lejanía, la mítica isla igual enfrenta problemas de pobreza y vulnerabilidad. Por esa razón, el Hogar de Cristo asume este compromiso con los más necesitados, acogiéndolos con amor y dignidad, para ampliar sus oportunidades a una vida mejor. Convoca con entusiasmo y vincula a la comunidad en su responsabilidad con los excluidos de la sociedad. Es una organización transparente, eficiente y eficaz, que animada por la espiritualidad de san Alberto Hurtado promueve una cultura de respeto, justicia y solidaridad.