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María Jaraquemada y Juan Cristóbal Romero:

“La corrupción daña a los más vulnerables”

El director del Hogar de Cristo, y la presidenta de la comisión de expertos para la probidad y transparencia en corporaciones y fundaciones nombrada por el gobierno, analizan causas y efectos de la viveza de Democracia Viva y otros casos equivalentes. “Ni cazas de brujas ni defensas corporativas”, afirma Romero, mientras Jaraquemada dice que hay que estar apretando permanentemente F5 en materia de transparencia. Y ambos coindicen en la frase que da título a este reportaje

Por Ximena Torres Cautivo

7 Agosto 2023 a las 17:54

Corrupción. Pura y dura.

Entre tantas discrepancias sobre todo, esta semana y a dos meses desde que explotara el escándalo de los Convenios, hubo consenso entre las más altas autoridades del país. Casi al mismo tiempo, el presidente Boric, el contralor Bermúdez y el ministro de Justicia, Cordero, coincidieron en un diagnóstico lapidario: “¿Quiere llamarlo corrupción? Sí, es corrupción”, señaló Jorge Bermúdez.

El primer mandatario dijo: “En mi opinión quienes se han servido de recursos públicos, como el caso de Democracia Viva, han incurrido en actos de corrupción”.

Y su ministro Cordero, antes, había señalado: “Hay casos que derechamente tienen que ser calificados de corrupción. Democracia Viva es uno de ellos”.

Días antes, la abogada María Jaraquemada, directora de Chile Transparente y presidenta de la comisión de expertos para la probidad y transparencia en corporaciones y fundaciones nombrada por el gobierno a propósito del escándalo participó del programa Hora de Conversar. Ahí fue elocuente y oportuna. Señaló:

–Hay que tener una mirada amplia, aprovechar esta oportunidad y ver no solo el caso de Democracia Viva, sino los distintos vínculos que tiene el Estado con instituciones privadas sin fines de lucro. Es un campo donde hay muchas y distintas entidades. Están, por ejemplo, las corporaciones municipales. Son organismos de derecho privado, pero uno los mira y, como se suele decir, tienen cuatro patas, cola, hacen guau guau, pero no se les llama perros. Esas entidades son instituciones públicas bajo la estructura de una institución privada, que deben normarse y nombrarse de forma correcta.

María Jaraquemada, abogada y presidenta de la comisión creada por Gabriel Boric para hacer recomendaciones para evitar casos de corrupción, tráfico de influencias,  como parece ser el de Democracia Viva, fundación acusada de ser pantalla para defraudar la fe pública.

El llamado entonces es a nombrar las cosas por lo que son y extremar la transparencia activa, para evitar que en el mundo de las fundaciones, donde la mayoría de las oenegé trabaja bien y con honestidad, haya algunas que se pasen de vivas y se sirvan a sí mismas, a los amigos o al partido. O a todo eso junto, burlando la fe pública. Y dañando además a las fundaciones serias, consolidadas y que hacen un aporte invaluable al país, atendiendo a sectores particularmente vulnerables, como el Hogar de Cristo.

Junto a María Jaraquemada estuvo también en Hora de Conversar Juan Cristóbal Romero, director ejecutivo del Hogar de Cristo, quien abordó las consecuencias que está teniendo el escándalo para la causa de Alberto Hurtado,

TRANSFERENCIAS A LO AMIGO

–Hoy ningún sector del país está exento de verse involucrado en un caso de tráfico de influencias, conflicto de intereses o corrupción pura y dura. En un momento, pensé que fundaciones y corporaciones estábamos a resguardo de casos de corrupción, hoy presentes en tantos sectores, pero al parecer nos llegó la hora. Creo que el abuso es un mecanismo que se ha ido extendiendo cada vez más en los convenios de trato directo, pese a que el fondo de la normativa establece que la licitación pública debe ser la regla general. Estos convenios deben ser excepcionales y estar debidamente justificados, pero impresiona lo extendido que está el uso de ese instrumento –confiesa el director ejecutivo del Hogar de Cristo.

María Jaraquemada dice: “No me sorprende que el mundo de las fundaciones haya sido golpeado”. Y agrega:

–Viendo lo que sucede en otros países, no es novedad que se utilice a organizaciones de la sociedad civil como pantalla. Cuentan con mucho más confianza que otras instituciones en sectores de la población, incluso algunas están ligadas a iglesias, de manera que son la fachada perfecta para, por ejemplo, el lavado de activos e incluso actividades como las de crimen organizado. Además, son muchas las oenegés y tenemos poca información de quienes están detrás de ellas y qué hacen. Como presidenta de esta Comisión Asesora estamos revisando cómo funciona la institucionalidad, cuáles son los distintos mecanismos de control, de rendición de cuentas, de transparencia.

–Sabemos que no puedes adelantar las recomendaciones que propondrán como Comisión Asesora, pero ¿dónde está el mayor espacio para que se produzcan opacidades e irregularidades en el funcionamiento de las fundaciones?

–Se genera mucha confusión porque muchas transferencias no se hacen por la ley de compras públicas. En verdad, se realizan a través de mecanismos específicos de transferencia que tienen muchas debilidades. Hay una gran dispersión de normativas e institucionalidad.

UNA CHARITY COMMISSION

La mayor parte de los recursos que recibe el Hogar de Cristo provienen de privados, de socios, que son personas particulares y empresas; sólo un 36 por ciento procede del Estado. La Fundación se esfuerza en que todos los involucrados y la sociedad completa sepan cómo y en qué se usan anualmente esos recursos a través de una Memoria auditada por una empresa externa desde hace 20 años y una Cuenta Pública. Todo enmarcado por las recomendaciones hechas por el Consejo para la Transparencia en 2012 y puestas en marcha en 2013.

Juan Cristóbal Romero, director ejecutivo del Hogar de Cristo, estuvo en Hora de Conversar para comentar, entre otras cosas, el daño que genera a las fundaciones que trabajan seriamente, lo sucedido con el escándalo Convenios, donde el concepto corrupción es reconocido ´por moros y cristianos. AGENCIA BLACKOUT

–¿Crees, Juan Cristóbal, que hacen lo necesario o se puede hacer más en términos de transparencia?

–El escenario cambió con esto y nos obliga a seguir siendo mucho proactivos en materia de transparencia. Nosotros nos sentíamos bastante tranquilos con lo que veníamos haciendo y profundizando desde 2012, pero tendremos que esforzarnos más. El Hogar  de Cristo en general participa de licitaciones con el Estado. Hemos hecho un recuento grande de los convenios que tenemos y la verdad es que son contados con los dedos de una mano. Muy pocos. Y muchas veces responden a que el Estado nos hace llamados puntuales para atender algunas licitaciones desiertas en áreas donde tenemos probada expertise.

–¿Por dónde podrían ir nuevas prácticas de transparencia dado el escenario actual?

–Creo que faltaría algo más más sistémico, como que el Estado fortaleciera un portal donde estuvieran registrados todos sus colaboradores en materia social. El Ministerio de Hacienda tiene uno, pero entrega muy poca información respecto de las fundaciones que reciben fondos públicos y no está necesariamente actualizada. Son datos autoreportados y no existe ninguna obligación legal de que las fundaciones y corporaciones mantengan su información al día. Ahí deberían figurar los estados financieros auditados, los convenios vigentes con el Estado, de qué tipo y para qué objetivo son… Todo detallado y al día. El gobierno británico tiene la Charity Commission que “regula” a las organizaciones filantrópicas con objetivos sociales. Es un registro súper exigente. Algo así debería haber en Chile.

María Jaraquemada coincide en que es necesario “mejorar ese registro existente, que data de 2003. Fue hecho cuando no contábamos con la tecnología actual. Ahí hay mucho que hacer”. Y profundiza así en el tema:

–Hoy el Estado tiene un montón de información de nosotros, de las personas, y yo siento que no la usa de modo adecuado para tomar decisiones. En el caso de Democracia Viva se podría haber descubierto con mucha facilidad los conflictos de intereses de personas que están políticamente expuestas. Falta gestionar de mejor modo la información que tienen para prevenir irregularidades o corrupción pura y dura. Ahí el Estado está bastante al debe.

Las oenegés, por su parte, deben voluntaria y proactivamente avanzar hacia mejores estándares de transparencia. “Es deber de cada una mantener su información actualizada y, claro, no puede ser que si no lo hacen, no les pase nada. Básicamente porque tienen una función pública muy relevante. Muchas veces influyen en los procesos de toma de decisiones, colaboran en la elaboración de políticas públicas y, por eso, deben contar con legitimidad y confianza ciudadana”, sostiene la abogada Jaraquemada.

VULNERABLES POR PECADORES

Según un estudio de Sociedad en Acción, en Chile existen 234.502 organizaciones de la sociedad civil, la mayoría de reciente fundación. Una de cada cuatro fue creada hace cuatro años o menos, y tienen mucha presencia regional. El  80 por ciento de ellas corresponde a organizaciones comunitarias,  juntas de vecinos o uniones comunales, categoría que incluye organizaciones tan diversas, como grupos folclóricos, comités de vivienda, clubes deportivos, centros de padres, clubes de rotarios y otras.

–Juan Cristóbal, ¿deben tener todas las mismas exigencias y requisitos para postular a fondos estatales?

Creo que debería haber distintos niveles de acreditación para obtener distintos montos por parte del Estado. Instituciones como la nuestra, que requieren montos mayores, deben tener otro nivel de exigencia. Incluso pienso en una certificación de competencia hecha por algún tipo de  entidad externa que acredite que lo que estamos haciendo está de acuerdo a un estándar profesional establecido. Me parece que sería una buena práctica. Así fundaciones, que no tienen tanta capacidad y experiencia, podrían optar a fondos menores, donde el riesgo sea menor.

Hogar de Cristo transparenta sus ingresos y gastos 2022, en una Memoria Digital que se presenta en la Cuenta Pública Anual. Este año fue en el tradicional Café Torres el 11 de julio pasado. AGENCIA BLACKOUT

–¿No han pensado hacer una defensa corporativa, a la manera que lo hacen los gremios habitualmente, dado que aquí el escándalo les raya la pintura a todas las fundaciones?

–Nosotros no tenemos un gremio. La Comunidad de Organizaciones Solidarias, la COS, es lo más similar. A,unque se trata de una fundación que presta servicios a otras fundaciones. No hay, por lo tanto, una voz común que asuma y se haga parte de las propuestas que apuntan a reconocer brechas en cuanto a transparencia. Es un sector muy diverso el nuestro. En tamaño, naturaleza, objetivos, lo que hace muy difícil presentarse de manera homogénea. Pero yo estoy en contra de las defensas corporativas tanto como de las cazas de brujas. Me parece que son dos extremos de los que hay que alejarse. Confío en que el escándalo amaine y que, a la luz del aprendizaje, todos mejoremos las prácticas, las exigencias y el control de información.

¿Cuánto y en qué los ha perjudicado el escándalo: han disminuido los aportes, se han suspendido convenios?

–El Hogar de Cristo tiene una perspectiva privilegiada en este tipo de situación, porque mantenemos un diálogo fluido con nuestros socios y socias. Son 340 mil personas que aportan todos los meses en torno a 8 mil pesos, lo que  con representa prácticamente el 60 por ciento de nuestros ingresos. Es un grupo de personas bien comprometidas, pero a las que hay que estar retroalimentando y dándole información y señales de manera permanente.

En junio, dice, no hubo cambios. “Fue un mes muy normal. Estamos revisando julio. Donde sí estamos teniendo dificultades es con el Estado. Se han detenido algunos procesos de licitaciones y convenios, tanto de gobiernos regionales como de algunos ministerios. Y eso sí nos está afectando. Yo entiendo la  necesidad de que los distintos servicios revisen adecuadamente sus procedimientos, pero también hay que advertir que eso tiene un riesgo en eventualmente incumplir en la provisión de derechos sociales que se hacen a través de fundaciones”.

–En concreto, ¿podrías dar un ejemplo?

–Hay cuatro convenios parados. Uno de Fundación Emplea, en la región de Ñuble, orientado a colocar laboralmente a jóvenes que están fuera del mercado del trabajo. Otro muy preocupante es uno que teníamos con el Ministerio de Educación, para el tema de reinserción escolar, una línea de  trabajo que tiene poco apoyo. No existe un fondo para financiar los esfuerzos de las fundaciones y corporaciones que se dedican a reinsertar a los niños, niñas y jóvenes que están fuera del sistema educacional.

EL MARCO NO DA EL ANCHO

Este último caso, que apunta a un tema absolutamente actual, nos los explica, Vanessa Mac-Auliffe, directora de asesorías de Fundación Súmate del Hogar de Cristo:

–En mayo pasado, Súmate acordó con el Estado apoyar el Plan de Reactivación Educativa, disponiendo y documentando su conocimiento y experiencia en material para la capacitación de mil 300 monitores contratados para buscar y revincular a los más de 50 mil niñas, niños y jóvenes que han salido del sistema educativo en los últimos dos años. La última cifra oficial entregada por el Ministerio de Educación a finales del 2022 es que son más de 227 mil los estudiantes sin matrícula vigente; es decir que no están yendo a la escuela.

Una alumna de la Escuela de Reingreso Padre Hurtado, en la comuna de Renca, es rostro de nuestra Memoria 2022. Juan Cristóbal Romero comenta que Súmate, fundación del Hogar de Cristo, ha sido afectada por el Caso Convenios. Y más que ella, lo han sido jóvenes que están privados de su derecho a la educación. AGENCIA BLACKOUT.

El trabajo se realizaría en un tiempo acotado. Así los revinculadores –contratados a partir de julio y agosto– contaran con el material y el tiempo suficiente para estudiar y prepararse en el desarrollo de un proceso nunca antes realizado por el Estado. Este producto se financiaría a través de un convenio de colaboración de trato directo, lo que se justificaba en los más de 30 años de experiencia comprobada de la Fundación.

–Sin embargo, los recientes acontecimientos  provocaron que el Estado decidiera llevar el proyecto de capacitación de monitores a licitación pública. Esto  implica un proceso de 4 a 5 meses una vez que se liberen las bases administrativas y técnicas, lo que aún no sucede. El plan para revincular a niñas, niños y jóvenes está en riesgo. Más de mil personas contratadas por el Estado están en las calles. Y lo están con escasas herramientas y procedimientos para encontrar a esos 50 mil estudiantes excluidos del sistema y convencerlos de la utilidad de volver a la escuela. Ahí hay un daño concreto que ha generado el escándalo iniciado con el caso de Democracia Viva para la infancia más pobre y vulnerable del país –sostiene la experta de Súmate.

–María, ¿no te choca constatar que de la viveza de unos pocos terminen siendo perjudicados los más vulnerables?

–A estas alturas, no me choca, porque la corrupción siempre a los que más afecta es a las personas más vulnerables.

Sostiene que Chile tiene una paradoja. “En comparación con los demás países de la región, nuestro índice de corrupción de acuerdo a las mediciones de Transparencia Internacional, es muy bueno, superior al de varios países de la OCDE. Pero la percepción interna es todo lo contrario. Entonces, yo creo que de poco sirve tener tan buena evaluación internacional, si nosotros mismos no la creemos. Esa es nuestra paradoja y lo que nos tiene tan complicados hoy. Para superar esa desconfianza, el único camino es avanzar en transparencia. Ahora, en pleno 2023, debemos actualizar los instrumentos de control. Nos falta estar haciendo un F5 constante de los datos. Es ahí donde ahora la ciudadanía exige más. Pero nos hemos quedado con una institucionalidad, con un marco regulatorio de 20 años atrás, que efectivamente ya no da el ancho”.

Si crees en una cultura de verdadero amor y respeto por el pobre, involúcrate.

 

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