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¿Por qué un 19 de octubre?

Alberto hizo sentir el dolor ajeno como propio

¿Qué explica la fecha de fundación del Hogar de Cristo? Esta crónica resume un largo artículo del profesor y teólogo Samuel Fernández, donde queda claro lo clave que fue el llamado “encuentro con el mendigo” y la reunión al día siguiente con unas 200 señoras y señoritas. Allí, el activista social expresó contagió la teología del Cristo místico. Esto es que un cristiano debe sentir el dolor ajeno como propio… y actuar en consecuencia.

Por Ximena Torres Cautivo

2 Octubre 2024 a las 17:30

¿Por qué un 19 de octubre?

La fecha fundacional del Hogar de Cristo –la mayor obra, “el milagro cotidiano” de san Alberto Hurtado– ha sido objeto de amplios estudios e indagaciones. Finalmente, la conclusión es que está vinculada a la epifanía que representó para el sacerdote el encuentro con “un pobre hombre con una amigdalitis aguda tiritando en mangas de camisa, que no tenía donde guarecerse”.

Eso pasó la noche del 18 de octubre de 1944. Y fue, usando una frase suya, el fuego que, al día siguiente, encendería y sigue encendiendo otros fuegos, que permiten que el Hogar de Cristo este año cumpla 80 años de trabajo en pos de un Chile sin pobreza.

¡INANICIÓN, HAMBRE Y FRÍO!

El teólogo y profesor Samuel Fernández lo explica sintética y claramente en un artículo de la revista Teología y Vida. Se basa en columnas publicadas por Alberto Hurtado en diarios de esos días. El 22 de octubre de 1944, publica en El Mercurio y en El Imparcial la misma columna. En ella llama a realizar una obra “para los que no tienen techo”. Estima en 40 mil la falta de viviendas. Yrecuerda al hombre que intentaba dormir, enfermo y afiebrado a la intemperie, con el que se encontró la noche del 18 de octubre. Cita además otro caso, menos conocido, el de “una pobre mujer recogida en una casa caritativa cuando caía víctima de inanición”.

El padre Hurtado menciona varias veces a los 5 mil niños abandonados que vagan por Santiago en sus escritos. La prensa de la época los llama “los palomillas” y los describe como una lacra que ahuyenta a los turistas. Más que la pobreza y la vulnerabilidad de los niños, preocupa la imagen país. Él sueña con albergarlos. Lo mismo que a los sin casa.

“La inquietud por la falta de vivienda, en especial, para obreros, está bien presente en la prensa, lo que muestra que la preocupación flotaba en el ambiente”, describe Samuel Fernández.

“Un rancho” de esos miserables a los que se refería Alberto Hurtado en 1944. Fotografía de Carlos F. Niemeyer.

Y agrega que, a partir de 1944, sus reflexiones se vuelen cada vez más cercanas a la teología del Cuerpo Místico. “El cristiano debe experimentar los dolores ajenos como si fueran propios”. Y así vivió él su encuentro con el hombre en situación de calle, como decimos hoy, enfermo y aterido de frío. Y con la mujer en completa indigencia y estado de inanición que fue acogida en la casa de Virginia Larraín.

“Hay entre nosotros trescientos mil tuberculosos, de los cuales más de veinte mil mueren cada año por esta enfermedad: no hay hospitales donde albergarles. Y van a esconder su miseria y su dolor a cuevas inhumanas del Mapocho, debajo de sus puentes, donde agonizan y mueren. El invierno último: la mujercita de la señora Virginia: ¡inanición, hambre, frío!”.

APADRINAD UN NIÑO

Pero es “el encuentro con el mendigo” con el que interpela las conciencias de las señoras que se habían reunido en el Casa del Apostolado Popular el 19 de octubre de 1944. A ella les dice: Cristo vaga por nuestras calles en la persona de tantos pobres dolientes, enfermos, desalojados de su mísera habitación”.

Al terminar el encuentro frente a unas 200 señoras y señoritas, como consigna la prensa, “dos de las oyentes se acercan al predicador y le ofrecen, una, el terreno para iniciar un Hogar para Cristo pobre, y otra, una suma de dinero con qué iniciar los trabajos. Y así, en diciembre del mismo año (1944), un par de meses después, se colocaba la primera piedra del primer Hogar. Y esa primera piedra estaba cargada de bendiciones”.

“La combinación de estos datos permite establecer con precisión la fecha, la hora y el lugar del encuentro con el mendigo: el 18 de octubre, a medianoche, en las puertas de la Iglesia de San Ignacio. Esa es la conclusión de Samuel Fernández.

No existen imágenes del retiro donde Alberto Hurtado convocó a unas 200 señoras y señoritas a dar y darse por los más pobres de Chile un 19 de septiembre, pero la foto corresponde a los niños abandonados de esos años.

En diciembre de 1946, en una prédica en la Iglesia de San Francisco, durante el Mes de María, dos años después de la fundación del Hogar, el propio Alberto Hurtado explica: “Con vuestra ayuda se fundó el Hogar de Cristo. Hace 2 años se dirigió invitación desde aquí para primera piedra. Hoy tenemos 4 casas: niños, adolescentes, adultos: Hay centenares que rechazar cada día por falta de espacio. Si quisierais, en este 8 de diciembre, haceros cargo de la educación de un vago, apadrinar; tomar a vuestro cargo los gastos para alojar a un pobre que sufre, ¡y es el predilecto de Cristo! En una inspiración de fe, bajo la Virgen, nació esta obra, hoy os la recomiendo: llenadla, apadrinad un niño, dadnos los medios necesarios para recibir un pobre más, para que Cristo tenga cama y María la Madre de los pobres os lo agradecerá de corazón”.

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