Main Donate Form

$ 0

Valentina López, ganadora de Piensa en Grandes:

“Los problemas que afectan solo a mujeres siguen siendo súper tabú”

Con su gran cheque de 20 millones de pesos, la socia fundadora de Aluna, marca fabricante de ropa interior absorbente ecológica, afirma que dedicará gran parte del fondo de innovación social Piensa en Grandes, a posicionar y dar a conocer el producto para quienes sufren de incontinencia urinaria. Un tema tabú que afecta sobre todo a adultas mayores en Chile y el mundo.

Por María Teresa Villafrade

3 Febrero 2023 a las 18:49

En Chile se estima que entre un 13% y un 45% de las personas mayores vive con incontinencia urinaria, principalmente mujeres (62%). Menos del 20% consulta a un médico y la razón que esgrimen es vergüenza. Y el producto que se usa actualmente para “resolver” este problema es el molesto e incómodo pañal desechable para adultos, lo que solo profundiza el aislamiento y la sensación de pudor y culpa.

Los pañales no solo pueden producir infecciones en personas alérgicas, además resultan costosos para quienes de por sí ya ven mermados sus ingresos en esta etapa de la vida.

La joven diseñadora Valentina López (34), experta en innovación, con más de 10 años trabajando en Inglaterra en empresas como Accenture y Google, cuenta que las personas que compran pañales por esta causa, gastan en promedio 250 mil pesos al año en este ítem.

“Un dinero que se va a la basura junto con el pañal que permanece allí por cerca de 500 años”, dijo en su presentación durante el Pitch Day realizado el pasado 27 de enero. Ella y otros 14 emprendedores preseleccionados para el Fondo de Innovación Social Piensa en Grandes en su tercera versión.

La solución que Valentina presentó se llama Aluna, ropa interior ecológica, biodegradable, diseñada y hecha en Chile, para personas que sufren incontinencia urinaria leve a moderada.

“Nuestra ropa interior es reutilizable, con diseño cómodo, lindo y discreto, que por el precio de un pack de pañales desechables la persona puede adquirir con la diferencia de que puede lavarse en la lavadora hasta 150 veces. Además, es biodegradable, porque la mayoría de las fibras de nuestro producto lo son biodegradables. Una vez completado su uso, no queda en la basura, desaparece”, explica.

Su emprendimiento ganó en la categoría “Escala” con el monto más alto del fondo: 20 millones de pesos que ella va a aprovechar para dar a conocer más Aluna, abrir nuevos canales de venta y contribuir al bien del planeta con mayor sustentabilidad.

ATRAPADA EN CAMBOYA

La historia de Aluna comenzó en pandemia. Valentina después de titularse como diseñadora decidió emigrar a Inglaterra para hacer un magister de diseño de servicios. Entre 2013 y 2019 se quedó allá trabajando en una agencia de innovación que era parte de Accenture. También como free lance en el equipo de investigación del comportamiento de personas para Google.

Luego, incursionó en el mundo de los servicios públicos, tanto en Inglaterra como en Chile, en temas relacionados con innovación.

“Poco antes de que comenzara la pandemia, con mi pareja viajamos a Camboya, a un sector muy rural para trabajar con distintas oenegés dedicadas a la sustentabilidad, innovación y educación”, relata. Pero el COVID-19 los dejó atrapados cinco meses allá “en un lugar donde el problema de la basura era algo evidente, no había forma de tratarla”, agrega.

“Yo quería meterme mucho en el tema de sustentabilidad, había hecho un diplomado en Harvard online de negocios sustentables y, en paralelo, mi mamá junto a sus hermanas en Chile tenían un negocio de confección de toda la vida. Ese negocio estaba enfocado a hacer vestuario de fiesta, tenían un taller con un equipo armado de costureras, y de la noche a la mañana a raíz del estallido social primero y la pandemia después, tuvieron que cerrarlo”.

Valentina y su mamá, Angélica Valdivia.

Con su madre se pusieron a pensar en qué podía hacerse con la infraestructura que tenían para no dejar sin empleo a tantas mujeres.

“Yo hace rato quería emprender algo material y concreto que contribuyera al cambio climático. Así, unimos fuerzas y nació Aluna. Primero enfocada en la producción de calzones menstruales. Yo los venía usando y los había conocido en Inglaterra pero eran carísimos, más del doble del precio de lo que nosotras vendemos hoy. Era un producto muy elitista y si alguien en Chile quería comprarlo, en esa época no había otra alternativa que importarlo; te quedaba en 40 mil pesos un calzón”.

La idea era hacer algo en Chile, que fuera ecológico y que les diera empleo a más mujeres y a las costureras que llevaban años trabajando con su mamá.

Cuando finalmente Valentina logró volver a Chile, se pusieron de inmediato a elaborar los prototipos y a probarlos. En noviembre de 2020 lanzaron su página web y su Instagram.

HUMILLANTE SECRETO

La idea de crear el calzón para la incontinencia urinaria surgió a raíz de las mismas clientas jóvenes que usaban el calzón menstrual.

“A través de ellas supimos de muchas madres y abuelas que sufren en secreto ese problema y nos comenzaron a preguntar por un producto adecuado para ellas. Algunas usaban pañales para adultos o toallas higiénicas, pero todo eso además de humillante es caro para el bolsillo”.

La versión para la incontinencia urinaria salió entre agosto y septiembre de 2022 al mercado. Hicieron un prototipo distinto y ya más de 200 mujeres lo han probado y les ha gustado.

Actualmente está disponible en los market place y compras online de Ripley y Falabella. Esperan pronto llegar a Ripley y producir este año entre 12 mil a 15 mil calzones.

“Hemos descubierto también que hay jóvenes sufriendo de incontinencia urinaria. Hay distintos factores que impactan, uno de ellos es el trabajo del piso pélvico. Con el sedentarismo y la obesidad, además del trabajo de parto, se terminan rompiendo los músculos del piso pélvico y eso hace que mucho más temprano las personas presenten problemas de incontinencia urinaria”, dice Valentina.

Para ella, la medicina tradicional sigue siendo estudiada principalmente en hombres. “Nosotras lo vemos en el mundo menstrual en el que también estamos metidas. La endometriosis, por ejemplo, tarda en promedio 10 años en diagnosticarse y hay mujeres que no pueden ir al trabajo cuando están menstruando. La mayoría de los problemas que afectan exclusivamente a las mujeres siguen siendo súper tabú y los doctores no tienen información al respecto. Son temas que recién están aflorando y nosotras terminamos callando los síntomas en lugar de consultarlos”, denuncia.

ROMPIENDO TABÚES

Gracias al fondo que acaba de ganar, la diseñadora se va a dedicar a llegar al universo de las personas mayores.

“Primero queremos desarrollar el tema del marketing para llegar a las personas mayores, estar en los espacios que frecuentan, entablar conversaciones con ellas y seguir desarrollando esta conexión que tenemos con las hijas de estas personas mayores, porque hasta ahora ellas han sido nuestros principales compradores de los productos para la incontinencia urinaria”.

Busca romper tabúes y formar alianzas con municipalidades, centros de salud, profesionales del área y centros del adulto mayor. “La mayoría no sabe que existe esta alternativa entonces lo primero es darnos a conocer. También abrirnos a canales de venta como Mercado Libre, farmacias y supermercados”.

-¿Qué ha significado para ti participar en Piensa en Grandes?

-Como equipo estamos súper agradecidas porque siempre es bueno tener una mirada externa que te ayuda a poner sobre la mesa las ideas desde otra perspectiva, a ordenarte. Tuvimos clases con distintos profesionales que nos obligaron a abordar desde otra perspectiva los problemas. Al mismo tiempo nos daban tareas para poner en práctica las teorías que nos estaban facilitando. Nos hicieron cuestionarnos, aprendimos mucho.

Además, Valentina López cuenta que se dio una dinámica muy bonita con todos los otros emprendedores que participaron en este concurso.

“Hoy hemos creado un grupo de emprendedores buscando sinergias, para apoyarnos entre nosotros. Ya tenemos un chat con todos los participantes y ahora somos un grupo de emprendedores enfocados en la silver economy (economía plateada) para seguir compartiendo, conociéndonos e invitando a más emprendedores a hablar de estos temas que son tan importantes y que se tocan muy poco. Más allá del premio, la experiencia ha sido súper valiosa”.

Aluna, desde su creación, ha estado colaborando con distintas fundaciones como Las Creches y la Corporación Jesús Niño en La Pintana, regalando sus productos a personas de escasos recursos. Este año colaboran con América Solidaria.

Cerrar
SOAP