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Ana Araya:

“Aquí la mitad de las personas han sido abandonadas por sus familias”

Ella lidera la única Casa de Acogida Residencial en La Granja, que ofrece servicios ininterrumpidos, las 24 horas del día, los siete días de la semana, a hombres y mujeres adultos con discapacidad mental. El lugar no tiene logo ni letreros que lo identifiquen; esto es deliberado para evitar la exclusión, discriminación y prejuicios. Hoy alberga a 45 residentes, tanto hombres como mujeres, con edades que van de los 23 a los 70 años.

Por Matías Concha P.

15 Mayo 2024 a las 20:55

El Centro de Acogida Residencial San Luis Gonzaga del Hogar de Cristo, ubicado cerca de la avenida Santa Rosa y del Hospital Padre Hurtado, en la comuna de La Granja, atiende las 24 horas del día, durante los siete días de la semana, a personas con discapacidad mental, psiquiátrica, intelectual, cognitiva en situación de pobreza y vulnerabilidad.

Y eso, según Ana: “No lo encuentras en el ámbito privado y menos aún en el sector público”. Este espacio, que cuenta con dos terapeutas ocupacionales, un kinesiólogo, una psicóloga, una trabajadora social, seis técnicos de enfermería de nivel superior (TENS) y veinticuatro asistentes de enfermería, deliberadamente no tiene logo ni letreros que lo identifiquen. Alberga a 45 residentes, tanto hombres como mujeres, con edades que varían entre los 23 y los 70 años.

-¿Por qué no hay un letrero?

-Optamos por mantener un perfil bajo para fomentar la integración social de nuestros residentes con la comunidad. Así, evitamos que sean prejuzgados por etiquetas o diagnósticos. Son personas antes que cualquier discapacidad.

Ana Araya (53), ha sido parte del Hogar de Cristo por casi una década. Comenzó su trayectoria como docente de kinesiología en la Casa de Acogida Residencial en La Granja. Al concluir la pandemia, asumió un nuevo rol desafiante: se convirtió en jefa de unidad, marcando un significativo avance en su carrera y reforzando su compromiso con el cuidado y la rehabilitación.

“Trabajar con personas con discapacidad es una perspectiva de vida”, explica Ana. “Es un trabajo muy vocacional. Todos nuestros participantes tienen en común que se encuentran en situación de pobreza monetaria o multidimensional, lo que hace que su realidad sea aún más compleja. Nuestro centro es el único espacio a nivel nacional que atiende las 24 horas del día, durante los siete días de la semana, a personas con discapacidad psiquiátrica, intelectual, cognitiva en situación de pobreza y vulnerabilidad. Y eso, no lo encuentras en el ámbito privado y, menos aún, en el público”, explica Ana.

El Centro San Luis Gonzaga nació en 1998 como un recinto de larga estadía para personas con patologías psiquiátricas severas. La mayoría de los residentes, además de tener una discapacidad psiquiátrica crónica, son discapacitados intelectuales y viven en situación de pobreza. “A eso habría que agregarle que  muchos de nuestros participantes, más de la mitad,  fueron abandonados por sus familias”, puntualiza.

-¿Por qué crees que sigue pasando esto?

-Son muchas las razones. La mayoría de las familias en Chile no tienen los recursos para mantener a un familiar con una enfermedad psiquiátrica como psicosis, esquizofrenia o una discapacidad intelectual. Es muy complejo. Las personas con discapacidad necesitan cuidados las 24 horas del día, todos los días de la semana, y exigir eso a una familia que para sobrevivir debe trabajar todos los días de la semana, simplemente no es viable.

DEL DICHO AL DERECHO

Justamente de esta desigualdad, es lo que trata la sexta publicación de la serie “Del Dicho al Derecho”, que viene desarrollando Hogar de Cristo desde 2017. En esta oportunidad, el estudio se titula: “Trayectorias de Inclusión de Personas con Discapacidad Mental en Situación de Pobreza y Vulnerabilidad”.  (Link de inscripción: https://bit.ly/3KlZrOv).

El estudio contiene 29 elocuentes testimonios de hombres y mujeres con diversos tipos de trastornos, tanto psico-sociales como cognitivo-intelectuales, y distintos grados de dependencia desde leve a severa.   Y enumera los seis derechos que Hogar de Cristo considera  centrales para lograr la real inclusión de las personas con discapacidad mental, más cuando se trata de las que viven en pobreza y vulnerabilidad. Son:

  • Derecho a la igualdad y no discriminación, así como al igual reconocimiento como persona ante la ley.
  • Derecho a la salud e integridad de la persona.
  • Derecho a la educación.
  • Derecho a la habilitación y rehabilitación.
  • Derecho al empleo
  • Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad.

La Casa de Acogida Residencial en La Granja se concentra en resolver estos derechos fundamentales de la vida, poniendo especial énfasis en la inserción comunitaria. Además, aborda la vivienda, la alimentación, los cuidados integrales, el derecho a la igualdad y no discriminación, la salud, la integridad y, sobre todo, el derecho a ser incluido en la comunidad.

-¿Faltan espacios de inclusión?

-Hoy en día, las oportunidades para reinsertarse en la sociedad son limitadas; hay muy pocos programas que aborden la discapacidad mental con el objetivo de integrar a estas personas a la comunidad. Lo que aún prevalece es el aislamiento y la reclusión. Naturalmente, esto implica ciertos costos.

-¿Costos?

-Actualmente, para ser cuidador de una persona con discapacidad intelectual o con algún diagnóstico psiquiátrico, basta con tener la credencial de cuidador. Los profesionales formados específicamente para trabajar con personas con discapacidad, como psicólogos, terapeutas ocupacionales y psiquiatras, son muy pocos. La mayoría de quienes poseen conocimientos prácticos los han adquirido mediante la experiencia directa en el terreno. Esto es sumamente valorable, pero también preocupante, hay gente que lleva muchos años trabajando y han logrado adquirir experiencia pero no las capacitaciones, que son fundamentales.

¿Crees en la inegración de las personas con discapacidad? Dale clic acá 

 

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