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"El Charro"

Héctor Ulloa necesita un traje

Es su mayor sueño: tener un traje de “charro”, que es su apodo por cantar en la micro rancheras mexicanas. Tras vivir siete años en la calle, Héctor Ulloa, beneficiario del programa Vivienda Primero será el próximo invitado a “Hora de Conversar” del 7 de junio, el espacio de conversación que conduce Ximena Torres Cautivo y que se transmite en conjunto con radio Cooperativa.

Por María Teresa Villafrade

29 Mayo 2023 a las 23:09

A Héctor Ulloa (64) todos lo conocen como “El Charro”, por su afición a cantar rancheras mexicanas, oficio que desempeña hasta el día de hoy, pero ya no arriba de las micros sino en la esquina de su departamento en Independencia.

Todavía recuerda cuando le hicieron un reportaje en 24 Horas “La dura batalla por salir adelante” y después lo invitaron en el mismo canal a participar en otro espacio: Fuerza Mayor de Informe Especial.

“Pero no me cumplieron, me prometieron regalarme un traje de Charro y nunca pasó”, dice decepcionado.

Se trata del típico atuendo nacional en México, que no es nada barato. “Cuestan entre 250 a 300 mil pesos. El que me prestaron en esa ocasión, había sido usado por Felipe Camiroaga. Sigo cantando igual, pero sin traje no es lo mismo”.

Héctor Ulloa lleva ya dos años en el programa Vivienda Primero, que entrega una solución habitacional digna y acompañamiento sicosocial a personas que hayan vivido en situación de calle. Todavía se emociona al recordar cuando le dieron las llaves del departamento por primera vez: “Llevaba siete años viviendo en la calle, sin un techo, sin baño, sin cocina. Tener esas llaves en mis manos fue demasiado emocionante para mí”, evoca.

Ahora se declara un hombre “feliz, calentito”, porque no solo tiene un lugar donde vivir sino porque recuperó el contacto con sus hijas.

“TRABAJO DESDE LOS 14 AÑOS”

El trabajo que tiene actual de jardinero “lo conseguí buscándolo”, es decir, por sus propios medios. Él es maestro albañil. “Yo comencé a trabajar a los 14 años como jornalero y en eso me habría quedado si no es por un maestro que me enseñó albañilería. Me dijo que tenía que ser maestro si no quería andar siempre con una pala”, cuenta.

Ahora espera con ansias tramitar su pensión ya que el próximo 15 de julio cumplirá 65 años.

“A mi edad, trabajar en construcción y después de haber estado tanto tiempo en calle, ya no es lo mismo. Por eso busqué en otro rubro, es cosa de buscar y uno encuentra”.

Sin embargo, para él su principal logro y lo que más ogulloso lo tiene es haber dejado el consumo problemático de alcohol.

“Me miro en el espejo y ni yo mismo me creo el cambio que he tenido. Ahora uso los mejores perfumes, los que siempre me gustaron. Yo me vestía en Corona, en Ripley, en tiendas buenas, compraba buena calidad de ropa”, agrega.

Héctor Ulloa reconoce que siempre cuidó su voz, incluso cuando estuvo viviendo en la calle. Sigue siendo “Por una mujer bonita” su canción favorita. “Si no hubiese sido por mi mala cabeza, yo hubiera estado en los mejores escenarios”, pero ahora se conforma con que lo inviten a cantar en un foodtruck que está en la esquina de su edifico.

“Un día me invitaron a que me presentara y quedaron fascinados. Me dieron permiso para pasar el sombrero y junté cuarenta lucas. Si tuviera el traje de charro, eso sí, me iría mejor”, insiste y no queda otra que darle toda la razón.

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