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Francisco Durán:

“Con un albergue podemos sacar gente de la calle”

El líder de la organización “Contigo en la calle”, que ayuda a personas que viven a la intemperie en Constitución, no soporta que alguien muera de frío en la ciudad donde nació y creció. Junto a un grupo de quince esforzados voluntarios realizan rutas calle y pronto abrirán un albergue con financiamiento del gobierno regional y asesorados por Acción Solidaria.

Por María Teresa Villafrade

4 Mayo 2023 a las 21:21

Francisco Durán (41) trabaja en la Florería Elena y hace un par de años, a raíz de los incendios forestales, se llevó a vivir a sus papás con él en el sector donde vive desde hace más de dos décadas: en el camino al puente Marcorena, el más antiguo de la región, por donde pasa el célebre ramal Talca-Constitución.

Cuenta que terminó cuarto medio e hizo dos años de Contabilidad, carrera que no terminó “por temas de lucas”. Nacido y criado en Constitución, a los pies del cerro Mutrún, hace siete años se sumó como voluntario de “Contigo en la Calle”, una organización que apenas llevaba un mes funcionando.

“Hubo problemas y la directiva se disolvió. Entonces uno de los integrantes nos invitó a continuar preguntándonos: ¿Vinieron por problemas o vinieron a ayudar? De los cincuenta que éramos, quedamos apenas ocho, pero nos pusimos a trabajar con nuestros propios recursos para ir en ayuda de las personas en situación de calle, darles un poco de dignidad, y ahora soy el presidente”, resume.

Francisco Durán trabaja en la florería Elena de Constitución.

Durante el verano y la primavera, se dedican a hacer recorridos día por medio. En otoño e invierno, las rutas calle son diarias. Reparten sándwiches, sopa instantánea, café, té, leche chocolatada, ropa de abrigo y frazadas.

“Vienen los fríos, las heladas, las lluvias y a nosotros nos conocen, nos esperan, porque ya saben nuestros horarios de los recorridos. Ellos se reúnen en distintos lugares: en la estación terminal se junta la mayoría y otro grupo en la plaza. Hay otros por ahí que los buscamos y los encontramos siempre. Ellos dicen que somos parte de su familia”, señala.

MUERTES QUE GOLPEAN

En 2021 los golpeó la lamentable muerte en menos de tres días de dos personas de calle por culpa del frío.

“Antes, nosotros trabajábamos calladitos, en forma anónima, pero no podíamos dejar pasar esta tragedia en donde dos seres humanos perdieran su vida por el frío. Ahí comenzamos a alzar la voz, a darnos a conocer, a pedir más ayuda”, agrega Francisco, muy afectado.

El año pasado, un particular confío en ellos y les pagó durante dos meses el arriendo de una casa junto con las cuentas de luz y agua para abrir el primer albergue en Constitución.

“Fue un gran  desafío para nosotros porque nunca antes habíamos hecho algo así. Pero resultó muy bien. Llegamos a atender 26 personas de las cuales cinco dejaron la calle, dejaron de tomar y de drogarse, porque sabían que tenían un lugar dónde dormir, que iban a tener cena y desayuno”.

Este año ya les están preguntando por el dispositivo: “Sabemos que teniendo un albergue en Constitución podemos sacar gente de calle”, afirma, convencido.

Asegura que como agrupación no esperan a que les llegue del cielo la ayuda. Este año comenzaron a moverse desde temprano. Primero acudieron a la Municipalidad que quedó de conseguirles audiencia con la gobernadora, pero eso nunca ocurrió.

“A través de contactos, supimos que ella iba a dar inicio del año escolar, entonces una persona le habló de nosotros en esa oportunidad. Ella escuchó y pidió que le presentáramos un borrador del proyecto. Estamos en los procesos finales de la documentación completa. La idea es que durante cuatro meses tengamos abierto el albergue”, explica.

Acción Solidaria ha sido muy importante para ellos. “Nos han enseñado cómo llegar a las autoridades, cómo hacer un proyecto, nos aclaran dudas, ha sido realmente muy bueno conocerlos. En 2021, el año que nos impactaron las muertes, empezamos a formar parte de la red de Acción Solidaria. Lo que no sabemos, nos explican y así no quedamos como ignorantes”.

NÚMEROS, NO PERSONAS

Con solo quince voluntarios se aprestan a dar lo mejor de sí este invierno que promete ser muy crudo y lluvioso. Por lo pronto, tuvieron que buscar otro lugar para el albergue porque el arrendatario del año pasado no quiso volver a hacer tratos con “Contigo en la calle”.

“Hay prejuicios, discriminación. Dicen que son borrachos, hediondos. Pero gracias a Dios, encontramos otro sitio. Son seres humanos y aunque para el gobierno son números, para nosotros son personas que lloran, ríen y nos cuentan sus vidas”.

Francisco Durán siente un profundo dolor cuando alguien muere de frío. Hace solo una semana, falleció una persona de calle porque no tuvo un lugar donde recuperarse tras estar en el hospital.

“Sacarlos del hospital y dejarlos sentados en un banco y que te digan, tío Panchito, tranquilo, estamos acostumbrados, ha sido lo más fuerte, se me estremece el alma. No pudo cuidarse bien, en la calle toman para olvidar el frío y el hambre y murió tras volver a caer en el hospital”.

-¿Cómo se financian?

-Primero nosotros mismos poníamos la plata. Ahora que nos conocen, nos dan. Hay una panadería que nos regala pan todos los días. En la florería donde trabajo también aportan, tengo que agradecerle porque de repente llegan a buscarme allá y la dueña me dice atiéndelo. Todo suma.

Para él es indignante que la gente prefiera criticar en lugar de ayudar.

“Me saco el sombrero ante mis voluntarios, porque dejan mucho de lado para salir a la ruta, son ciento por ciento comprometidos. Incluso hay una voluntaria de 83 años que prepara café, sopa y a veces sale a ruta. Cada uno cumple una función, si hay que llevar a alguien al hospital, por ejemplo, lo llevan en sus autos”.

AUSENCIA DEL ESTADO

Todavía recuerda cuando abrieron el albergue por primera vez. A Francisco lo invitaron a los medios de comunicación: “Fue toda una revolución, pero después se olvidaron”, se lamenta.

“Es amor lo que sentimos por estas personas, si ese amor se nos acabara, no estaríamos. Es un amor que crece cada día. Muchos van a la Iglesia y se pegan en el pecho, pero después los miran mal. Si se dedicaran a conversar con ellos, sabrían sus historias, porque siempre hay un motivo, no es porque quieran estar así. Así se cambiaría la mentalidad”, afirma.

A los que han salido de la calle, todavía los siguen ayudando con mercadería. También colaboran con las personas mayores más vulnerables y solas. Hacen sinergia con el Hogar de Cristo que tiene en Constitución un Programa de Atención Domiciliaria Adulto Mayor (PADAM) y un jardín infantil.

Mauricio Zorondo, jefe de operación social territorial del Maule Sur en Hogar de Cristo, explica que la política de calle que contempla las comunas de Constitución, Cauquenes, Parral y San Javier, no contempla una respuesta para las personas en situación de calle.

“No existe ningún tipo de dispositivo ni de acción por parte del Estado, del gobierno. Sin embargo, en estos lugares existen personas en situación de calle que calculamos son en 60 a 70 personas. Solo en Constitución hay cerca de treinta que no tienen respuesta organizada por parte del Estado en ningún momento del año”, detalla.

No se considera que estas comunas, en general, tienen poca población y que si bien la política funciona en términos de ratio, de números, se piensa que es poco cuando se habla de 30 personas viviendo en situación de calle, pero para estas comunas el impacto es alto igual. Es un porcentaje importante.

“La respuesta de Contigo en la Calle es muy importante, porque refleja la preocupación de la comunidad, la solidaridad y sensibilidad que tienen frente a las personas de calle. Refleja también la impotencia de ver que no se hace algo por ellos. En los últimos dos años en el Maule, solo han muerto tres a cuatro personas en la calle por año y de esas, todas han muerto de frío en el Maule Sur. Sin embargo, no hay respuesta del Estado”.

Para Mauricio Zorondo es loable lo que hace esta organización, pero más importante aún es continuar presionando para que el Estado y la sociedad en su conjunto entreguen una respuesta maciza, permanente y sensible ante el problema de las personas en situación de calle.

“La autoridad no puede hacer un check con este tipo de organizaciones que hacen un esfuerzo tremendo pero no resiste el análisis de una política pública que debe ser coherente con las necesidades de las personas. En Constitución, en Cauquenes, San Javier, en Maule Sur, donde no hay ninguna respuesta, las personas siguen muriendo en la calle”, cierra el profesional.

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