Experiencia transformadora para estudiantes secundarios
La instancia de servicio y formación fue liderada por Fundación Magis y Comunidad de Vida Cristiana (CVX), en la que estudiantes de 16 a 18 años conocieron diferentes programas de Hogar de Cristo. Pernoctaron en la población Los Nogales, de la comuna de Estación Central, e hicieron un voluntariado que los impactó.
Por Vicente Vásquez Feres
5 Agosto 2024 a las
22:58
Junio estaba por terminar y las lluvias azotaban a buena parte del país. Los estragos fueron múltiples y las emergencias, en mayor o menor grado, se hicieron parte en un montón de comunas. En ese contexto, estaba planificado el Campamento 234, instancia liderada por Fundación Magis y Comunidad de Vida Cristiana (CVX).
Fueron cuatro días de servicio y formación para 110 estudiantes secundarios, entre segundo y cuarto medio, quienes se alojaron en el Colegio San Alberto, en la población Los Nogales de la comuna de Estación Central.
Las condiciones adversas no fueron obstáculo para el espíritu solidario de los estudiantes, los que se dividieron en cuadrillas. Dentro de las varias actividades realizadas, con Hogar de Cristo se coordinó el voluntariado en tres líneas: Vivienda Primero, Programa de Atención Domiciliaria de Adultos Mayores (PADAM) y Discapacidad Mental. Así, pudieron ver con sus propios ojos el trabajo de la institución con personas que están superando la situación de calle y el cuidado de adultos mayores y de quienes tienen alguna discapacidad mental.
Los jóvenes del Campamento 234 lijando un muro antes de pintar en la Residencia Protegida Las Cañas, ubicada en Lo Prado.
Fundación Magis, que junto a CVX desarrollan todos los años este campamento basado en los fundamentos ignacianos –una vida sencilla, solidaria con los más pobres y dispuesta a la acción–, tiene su foco puesto en la cooperación mutua. Así lo explica Jorge Blake, su director ejecutivo: “Buscamos hacer concreta la dimensión social de la fe, que tiene que ver con los más excluidos. Esa es la relevancia, la colaboración de instituciones que tienen necesidades y que logran un impacto hacia los beneficiarios y los jóvenes que participan”.
MANOS A LA OBRA
Las labores de los estudiantes fueron variadas. Limpiaron sedes, pintaron paredes interiores, desmalezaron, barrieron agua acumulada e hicieron murales, entre otras cosas. Sin embargo, lo más valioso fue el contacto humano.
Según Blake, el programa Vivienda Primero impactó a los jóvenes del campamento. “Es una aproximación muy clara a la situación de calle desde la experiencia, la historia y el testimonio. Es reconocer la problemática y ver que se puede hacer algo, que existen estrategias. Para las beneficiarias, lo más significativo fue recibir una visita, sentir que quieren escucharlas y pasar tiempo con ellas. Es la dignificación que da el que otro quiera relacionarse contigo y mirarte a los ojos”.
Un voluntario juega con una participante de la Residencia Protegida Las Cañas.
En el caso de la Residencia Protegida Las Cañas, situada en la comuna de Lo Prado, conocieron personas que tienen discapacidad mental. En ese caso, la vinculación fue más lúdica y orientada al entretenimiento. “Fue una experiencia transformadora. Ambas partes se sintieron alegres, vieron y compartieron una nueva forma de vivir. Cuando tenemos este tipo de visitas, se amplía la mirada para todos”, asegura María José Millán, jefa de la residencia.
Mediante este acercamiento al rostro de la vulnerabilidad, el Campamento 234 se vinculó con el legado social del Padre Alberto Hurtado. Las declaraciones de los escolares, presentes en un video que resume la experiencia completa, dan cuenta del rol de Hogar de Cristo con programas de atención que inciden de manera positiva en las personas más pobres de Chile.
Una de las experiencias más impactantes fue conocer a participantes del programa Vivienda Primero, una vía concreta para superar la situación de calle.
En el balance final y en la mirada al horizonte por futuros proyectos, Jorge Blake recuerda que “las conversaciones que tuvieron con las personas sobre sus vidas les generó una resonancia afectiva bien profunda. Los hace mirar su historia, ver lo privilegiados que han sido y pensar en su vocación, cómo aprovechar las oportunidades”.