Este año y en vísperas de Navidad, el Hogar de Cristo ha querido hacer un llamado a todos los habitantes de la ciudad a vernos, conocernos, querernos y aceptarnos como iguales, pese a todas nuestras naturales y razonables diferencias.
Con el concepto que hemos llamado “Ciudad Somos Todos” queremos invitar a construir entre todos el país que soñamos. Un país más digno, justo y solidario, sin discriminación hacia nuestros hermanos migrantes ni exclusión hacia los más vulnerables de nuestra sociedad.
Es el deseo que manifestó Rosa Silva, peluquera desde hace 25 años en la Villa Olímpica de la comuna de Ñuñoa. Rosa nos invita a “querernos, amarnos y respetarnos. Deseo que todos empecemos a saludar a la persona que está al lado de nosotros porque tenemos que ser más amables el uno con el otro. Siempre he pensado que si todos pusiéramos un granito de arena este mundo sería maravilloso”.
Porque Ciudad Somos Todos, también escuchamos los deseos de Mabel Guzmán, Directora del Jardín Infantil Sol Naciente. “Para esta Navidad deseo que protejamos más a nuestros niños, porque ellos son el futuro de nuestra ciudad. Nuestros niños merecen ser tratados con los cuidados adecuados, con cariño, entregándoles una buena educación. Más que enfocarnos en el tema de los regalos, lo que va a marcar a un niño son los buenos recuerdos que están más vinculados con los afectos que con las cosas materiales”.
De esta misma forma, Roberto Vera, usuario de la Casa de Acogida Josse Van Der Rest enfocó sus deseos navideños en lograr una sociedad más inclusiva. “Las personas con discapacidad física no están integrados a la sociedad. Por eso, para esta Navidad deseo que todas las personas que están en silla de rueda, que están sufriendo encuentren la felicidad aunque sea por una noche”.
Al igual que Mabel, Roberto y Rosa, desde Hogar de Cristo los invitamos a entender y mirarnos como iguales, como miembros de la misma maraña urbana. Los invitamos a abandonar nuestras zonas de confort y reencontrarnos en la ciudad como hermanos.