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Marraquetín y el señor Panadero celebran con niños del Hogar de Cristo.

Al jardín infantil Sol Naciente, en Lo Espejo, llegó la asociación gremial de panaderos de Santiago (INDUPAN) con sus galletas, donuts, panes y tortas para celebrar el día del niño. A la actividad se sumaron sus entretenidos corpóreos, haciendo bailar y saltar a los 50 pequeños estudiantes presentes. Una vez más, y en el Mes de la Solidaridad, el gremio aporta su dulce grano de harina.

Por María Luisa Galán

8 Agosto 2022 a las 17:25

Cuando los niños del jardín infantil Sol Naciente vieron a Marraquetín y al señor Panadero, de inmediato se dibujó una sonrisa en sus caras. Si ya estaban felices con las galletas, las tortas, jugos y leches que les llevó la  Asociación Gremial de Industriales del Pan de Santiago, más se acrecentó su alegría cuando aparecieron estos grandes personajes en escena y los invitaron a bailar.

Al ritmo de canciones como “Soy una serpiente” y “Papaya”, esta última de los Minions, los niños bailaban; algunos solos y otras veces en trencito. También saltaban y corrían alrededor de Marraquetín y el señor Panadero. Todo un despliegue en el jardín ubicado en Lo Espejo para celebrar el tradicional Día del Niño, que este 2022 se celebró en domingo 7 de agosto.

“Estas son las cosas que nos movilizan, la responsabilidad. Más que el grano de arena, es el grano de harina que podemos aportar como gremio. Para nosotros no es una obligación, es un deber. A raíz de este programa social que tiene Indupan, se han generado otras instancias, como con los adultos mayores y eso nos engrandece como institución. Hoy, con los niños, su sonrisa es impagable. Esto es lo que hay lograr porque ellos son el futuro y hay que hacerlos reír. Es un deber de la panificación el dar sonrisas”, comentó en la actividad Bruno Arenillas, director tesorero de Indupan.

Precisamente, hace siete años que Indupan colabora todos los años con los programas del Hogar de Cristo. En reiteradas ocasiones ha ofrecido deliciosos desayunos a los adultos mayores de las Casas de Acogida de la fundación, llevando además de ricos manjares, música y baile.

Este año, a pesar de las dificultades económicas que enfrenta del país, una vez más estuvieron presentes. “Estamos haciendo un aporte del 10% en las panaderías asociadas a Indupan para los mayores de 65 años. Hoy tenemos la responsabilidad de devolver la mano. Fuimos un gremio que en la pandemia no se nos limitó trabajar y hoy hay que devolver, y es un deber, no una obligación”, señaló Bruno Arenillas que, además de ser miembro del directorio de la gremial, es dueño de la panadería Trévoli en San Bernardo, que tiene casi medio siglo de historia. “Es un rubro encantador. Para ser panadero, te tiene que pasar la harina por la sangre. Y eso es lo que nos mueve”, agregó Bruno, que hace 14 años asumió el mando de Trévoli, tras el fallecimiento de su padre.

Al finalizar la actividad, los niños sólo tenían palabras de agradecimiento. Unos decían que les “gustó la sorpresa”, otros que les “gustó el Día del Niño”. Tomás, uno de los que disfrutó a concho la mañana dijo: “Me gustó todo, todo, todo”.

 

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