Mujeres migrantes 1: el caso de Jocelene Meterus de Haití
Sus pasarelas son las calles, las ferias libres, las filas en Extranjería. Buscamos cinco mujeres migrantes para que ilustraran con su belleza las páginas de moda de la revista Paula. Cuatro de ellas encarnan dos fenómenos globales: la migración por razones económicas y la feminización de la pobreza, mientras la quinta trabaja en el Servicio Jesuita al Migrante. En el Mes de la Mujer, con ayuda de Paula, las convertimos en modelos y una de ellas, Jocelene, se “robó” la portada de la revista.
Por Ximena Torres Cautivo
Fuente: Revista Paula.
Lo que más extraña Jocelene de su país es “el lalo”. Y no hablamos de un pololo, sino de una verdura similar a la espinaca, con que en Haití se prepara un fricasé que se acompaña con jaiba, y que a Jocelene, de 22 años, se lo hacía su mamá en la lejana Gonaives. “Hasta a mí se me hace agua la boca al recordar el guiso de lalo, que es muy típico”, dice Marie Andy Sanozier, traductora de Fundación Emplea, quien nos ayuda a entender a la tímida Jocelene.
Jocelene lleva 8 meses en Chile y apenas habla español, por lo mismo no ha encontrado trabajo y se dedica a las pequeñas tareas domésticas que demanda su vida en la pieza que arrienda en Estación Central con una hermana mayor, que es operaria en la empresa Fruna, en Melipilla. Ambas viajaron en busca de trabajo, dejando atrás a otros 4 hermanos y a su mamá, de 52, que debió ocuparse de los 6 hijos cuando el padre falleció “de muerte súbita”. Jocelene sueña con que todos puedan viajar y vivir en Chile juntos para siempre, pero con la posibilidad de ir a Haiti de paseo. También fantasea con ser enfermera y, claro, con el lalo.
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