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Residencia Hatary:

Un rugby que salva vidas

En el hogar de protección integral infanto adolescente Hatary, de La Serena, los chicos que han sido vulnerados en sus derechos, encuentran en el deporte una herramienta para mejorar su austoestima e integrarse socialmente. El rugby es uno de ellos. Gracias al Club Deportivo Carneros de esa ciudad, tres jóvenes de la residencia sueñan en grande.

Por María Teresa Villafrade

2 Abril 2024 a las 19:46

Todos tenemos la imagen del rugby como un deporte rudo, pero lo cierto es que se trata de una disciplina no violenta, que promueve el trabajo en equipo y el respeto por las diferentes capacidades de sus integrantes, consideradas todas importantes.

Por esa razón, la trabajadora social Paula Molina, directora de la residencia de protección Hatary de Hogar de Cristo en La Serena, no dudó en aceptar la oferta del Club Deportivo Carneros de la ciudad:

“Ellos se acercaron a nosotros preguntando si algunos jóvenes de la residencia tendrían interés en el rugby. Hicimos el nexo con un profesor que los invitó a postular y en una jornada vio sus habilidades. Seleccionó a tres con el mejor potencial”, cuenta.

Desde fines del año pasado, los tres participantes fueron becados para entrenarse y aprender este llamativo deporte.

“EL RUGBY ME DESESTRESA, ME DISTRAE”

Uno de ellos es Carlos (16), estudiante en la modalidad 2×1, quien el próximo año terminará su enseñanza media.

“Me gusta mucho el rugby, porque es un deporte muy bonito, es algo nuevo para mí”, describe contento.

Además de encontrar que ahora tiene un cuerpo más “maceteado”, destaca especialmente a sus profesores y a estar en contacto con otros jóvenes.

La camaradería es fundamental en el éxito del rugby.

“Los profesores son muy bacanes, soy amigo de todos mis compañeros, me quieren harto. Este verano entrenamos todos los días en el parque Pedro de Valdivia, pero ahora que comenzaron las clases sólo lo hacemos miércoles y sábado”, explica.

Lo que más le gusta es el acondicionamiento físico. “Uno se va a acostumbrando a desarrollar la fuerza. Me desestresa, me distrae. Me siento mejor conmigo mismo”.

Menciona especialmente al profesor Francisco, a quien todos le dicen “Huaso”. “Es el que me entrena y es realmente muy buen profe”.

        “NO PARTIERON DE CERO”

El profesor de educación física y head coach del Club Deportivo Carneros de La Serena, Francisco Javier Cisternas (33), destaca que la incorporación de Carlos, Josué y Andru, los tres jóvenes de la residencia de protección Hatary, no partió de cero.

“Todo comenzó con un trabajo formador que hicieron Jaime Carvallo, fundador del Club, y Juan Pablo Villar, educador de la residencia, quienes les enseñaron nociones básicas del rugby. Los jóvenes no llegaron como principiantes sino que tenían camino recorrido, sabían las reglas y cómo se jugaba esta disciplina. Se integraron muy fácilmente porque ya tenían algunas herramientas para poder aferrarse a ellas”, explica.

El profesor Francisco Javier Cisternas es el head coach del Club Deportivo Carneros de La Serena.

Durante enero, febrero y marzo de este 2024, ellos vivieron la pre-temporada completa, con preparación física y trabajo técnico de entrenamiento seis días a la semana. Todo finalizaba con juegos en la playa.

“Son chicos con grandes características: el respeto, la solidaridad, la humildad con la que plantean las cosas, es admirable. No me cabe duda que ese comportamiento es reflejo de quienes los están cuidando en la residencia, de cada persona que está trabajando allí”, declara.

Agrega que si alguna vez se portaron mal, en el rugby jamás se ha visto:

“Es más, estos chicos son agentes motivadores positivos en el club pues incentivan a sus compañeros a hacer cosas buenas. Desde el punto de vista valórico, para nosotros como club es tremendo tenerlos, sentimos que nosotros somos los beneficiados”.

En lo deportivo señala que durante la pre-temporada adquirieron mayores destrezas y actualmente cada uno se encuentra jugando en un plantel: Josué en la categoría menores de 14 años; Andru, en la categoría menores de 16 y a Carlos, en la categoría menores de 18.

Partido amistoso con la selección femenina nacional de rugby.

“Estamos felices de colaborarnos en conjunto. El sábado 23 de marzo jugaron partido amistoso con la selección femenina nacional de rugby en el parque Pedro de Valdivia, porque queremos generar equidad en el rugby. El partido fue un éxito: no hubo ningún lesionado(a) y le demostró a los chicos que las mujeres pueden estar al mismo nivel que ellos”, finaliza.

FULL DEPORTE

Para la directora de la residencia Hatary, Paula Molina, esta alianza con el Club Deportivo Carneros ha sido “tremendamente positiva”:

“A los chicos les sirve mucho para validar sus habilidades. Por todo lo que han vivido, las vulneraciones de derecho, tienden a tener baja autoestima, un auto concepto negativo, creen que no sirven para nada y por eso sus familias no están con ellos. Entonces, sentir que tienen capacidades les ayuda mucho a desarrollar una estabilidad afectiva”.

Paula Molina, directora de la residencia Hatary, cuenta de las múltiples alternativas deportivas que tienen los niños, niñas y jóvenes.

Destaca también que gracias al convenio entre el Servicio Mejor Niñez y el Instituto Nacional de Deportes (IND), de marzo a noviembre y dos veces a las semanas, todos los niños, adolescentes y jóvenes de la residencia pueden practicar el deporte que más le guste en el centro de IND más cercano.

“Natación, fútbol, calistenia, senderismo, en fin, son varias y distintas las actividades deportivas a la mano para ellos. También está la oferta de practicar surf dos a tres veces al año por parte de Farisurfer. Creo que con todas estas alternativas están más que satisfechas las necesidades deportivas de los niños y jóvenes de la residencia. Porque además tienen que estudiar para sacar adelante su enseñanza básica y media”, concluye la trabajadora social.

Todos para uno y uno para todos, es la consigna del rugby.

 

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