La discapacidad mental genera mucha declaración, mucha palabra escrita, mucha reivindicación acorde a los tiempos, pero los derechos de quienes la viven siguen postergados, invisibilizados, bypaseados y desconocidos en la práctica. Conviven, por ejemplo, en nuestra legislación cuerpos legales cuya redacción requiere con urgencia un cambio de paradigma, y eso que reconocemos –así lo expresa el estudio– que ha habido avances teóricos objetivos en la comprensión de la discapacidad mental en los últimos años en Chile.
Por eso, el mayor aporte, aquello donde deberíamos poner el acento en torno al estudio presentado por la Dirección Social del Hogar de Cristo, son las conclusiones finales resumidas en tres puntos y las palabras de cierre que relevan seis derechos fundamentales de las personas con discapacidad mental.
Primera conclusión: Para lograr la inclusión hay que comprender la heterogeneidad de esta población y las diversas situaciones de desventaja que enfrentan. Las personas en situación de calle, por ejemplo, que tienen en un alto porcentaje trastornos síquicos, intelectuales, propios del consumo problemático de alcohol y otras drogas, ilustran con claridad ese cúmulo de dificultades. A esto se suma que la discapacidad mental es sumamente diversa: están los trastornos cognitivo-intelectuales y los sicosociales o siquiátricos, que significan realidades muy distintas.
Segunda conclusión: La pobreza y la vulnerabilidad incrementan la exclusión social de las personas con discapacidad mental. En este punto, que parece y es obvio, el camino de mejora es la intervención lo más temprana posible, para evitar la internación en instituciones psiquiátricasa, que es una realidad durísima que debe ser limitada a su mínima expresión.
Tercera conclusión: La urgente necesidad de un cambio cultural pasa por intervenciones y tratamientos de las personas con discapacidad mental a lo largo de su vida, en todos los ámbitos: salud, educación, empleo.
Sin ánimo de hacer spoiler al estudio, les enumero los 6 derechos fundamentales que Hogar de Cristo plantea en busca del bienestar y la inclusión plena de las personas con discapacidad mental:
Derecho a la igualdad y no discriminación, así como al igual reconocimiento como persona ante la ley.
Derecho a la salud e integridad de la persona.
Derecho a la educación.
Derecho a la habilitación y rehabilitación.
Derecho al empleo
Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad.
Ojalá todos comprendan lo importante de incluir a quienes tienen discapacidad mental, ámbito donde aún falta tanto para pasar del dicho al derecho.