Atentos al grooming y a culpabilizar a las víctimas
Claudine Litvak, psicóloga, jefa del área de desarrollo de la Dirección Social del Hogar de Cristo
18 Junio 2021 a las
10:58
Publicado en La Segunda y en El Mercurio, en Cartas al Director
Todo comenzó en redes sociales. Una niña de 13 años estuvo desaparecida por una semana y fue encontrada con un hombre de 42 al que habría conocido por internet. Muchos han criticado a la familia e incluso a la propia niña por exponerse “voluntariamente” a tener una “relación” con el hombre.
Es importante reflexionar sobre los evidentes estereotipos de género presentes en los comentarios que ha despertado esta noticia. La niña no se escapó voluntariamente con el hombre. Ella es menor de edad; es decir, no hay consentimiento posible. Ella fue víctima de violación y de una grave vulneración de derechos que tendrá consecuencias durante toda su vida.
Es clave que dejemos de culpar a las víctimas con frases como “ella quería”, “ella se lo buscó”, “ella se expuso”. Estos patrones culturales exculpan e invisibilizan al agresor, minimizando el delito cometido. La violencia sexual es un problema grave y con sesgo de género: el año pasado 2.147 mujeres fueron víctimas de violación, 6.958 sufrieron abuso sexual, hubo 43 femicidios consumados y 151 frustrados.
Internet es uno de los principales catalizadores de la explotación sexual y de la pornografía infantil. Los violadores y explotadores se acercan y seducen a las niñas a través de las redes. Es fundamental avanzar en la persecución del grooming: un desafío para las policías y el sistema judicial. Y un mundo al que los padres deben estar muy atentos.