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Seminario Cuidando la Neurodiversidad:

¿Cómo afrontar el TEA en los jardines infantiles?

Para enfrentar el creciente número de niños con trastorno del espectro autista (TEA) que están llegando a las salas cunas y jardines infantiles, integrantes de Amo mi Castillo, de la comuna de La Pintana, organizaron un seminario para capacitar a todos los que trabajan en educación. La sala cuna Monseñor Santiago Tapia de Hogar de Cristo, fue parte de esta iniciativa.

Por María Teresa Villafrade

21 Noviembre 2023 a las 17:57

En el colegio Marcelino Champagnat de la comuna de La Pintana, se realizó con mucho éxito el seminario “Cuidando la Neurodiversidad: Intervenir sin interferir”, el que fue gestionado por la comunidad “Amo mi Castillo”. La iniciativa contó con el apoyo de la sala cuna de Hogar de Cristo “Monseñor Santiago Tapia”.

El evento tuvo una gran convocatoria –más de 200 personas– y contó con expositores que abordaron en profundidad el Trastorno del Espectro Autista (TEA) y todas sus implicancias: desde el testimonio de una mujer autista que tuvo diagnóstico tardío y es educadora diferencial y magister en educación para la inclusión, hasta las señales de alerta y estrategias de intervención en el aula y en el hogar para estos niños.

Éxito total de audiencia tuvo el seminario dedicado al TEA por la organización Amo mi Castillo.

Andrea Soto, educadora de párvulos y Jefa técnica de jardines infantiles y salas cuna de Hogar de Cristo, especialista en intervención profesional en atención precoz de la Universidad de Barcelona, expuso sobre el rol de los equipos en educación parvularia en los procesos de detección e inclusión educativa. Todo esto tomando en cuenta las orientaciones del Ministerio de Educación y la Subsecretaría de Educación Parvularia, y el marco de la ley TEA que se oficializó durante el primer semestre de este año.

Andrea Soto, jefa técnica de Educación Inicial en Hogar de Cristo, durante su exposición.

“Lo que presenté es lo que hemos ido construyendo con el equipo de educación inicial sobre cómo vamos a abordar la condición espectro autista de los niños y niñas que están diagnosticados. Hay que tener claridad de cuáles son las etapas a seguir para acompañar a las familias y cómo dar respuesta educativa desde los jardines infantiles, comprendiendo que todos tienen derecho a la educación”, señala Andrea Soto.

Esta ley TEA implica diversificar las propuestas de aprendizaje y ajustar los ambientes educativos, razón por la cual es necesario capacitar a técnicos y educadores de párvulos mediante un plan que Hogar de Cristo ya ha puesto en marcha.

“Queremos tener en cada jardín infantil una persona encargada que siempre esté presente en esas capacitaciones que vamos a ir gestando como equipo de educación inicial”, señala. 

INTERVENIR SIN INTERFERIR

Respecto al seminario, comenta que le llamó mucho la atención el interés que despertó. No sólo en el ambiente educativo, sino también en el área de la salud.

“A veces las educadoras confunden estas necesidades de ayuda y buscan herramientas que son más terapéuticas. Por lo tanto, esa distinción es súper necesario hacerla, porque por mucho que participen de muchos cursos nunca van a poder hacer las intervenciones que son propias del psicólogo o del terapeuta ocupacional, del fonoaudiólogo. Nuestro trabajo tiene que abordar la línea pedagógica complementaria a todos los procesos que puedan vivir los niños”.

El equipo educativo de la sala cuna Monseñor Santiago Tapia junto a la expositora Andrea Soto.

Para los expertos de la salud presentes en el seminario fue muy importante observar la mirada de las educadoras y las técnicas de educación inicial.

“Ellos pueden estar a veces de paso y no saben que nosotras buscamos pedagógicamente que los espacios, juguetes,  alfombra y todo lo que hay en la sala tenga una intención pedagógica específica. Lo mismo pasa con los cuidados: en la muda de la guagua, en su aseo personal. Todo responde a las etapas de crecimiento de un niño y si vemos uno que tiene autismo, tenemos que hacer ajustes”, agrega.

La profesional destaca que los mismos expertos de la salud recomiendan a las familias con niños TEA que los lleven al jardín infantil y al colegio: “Porque se nota la diferencia entre uno que va y tiene una rutina organizada, al que no va. Los terapeutas recomiendan que los niños vayan porque si bien tienen dificultades en la comunicación, en la regulación emocional y en las relaciones con sus pares, les ayuda mucho la organización de las salas de los jardines infantiles”.

Para ella, el diálogo entre los distintos profesionales involucrados es hoy más importante que nunca en lo que hoy se denomina neurodiversidad. De ahí que este seminario haya sido tan importante.

AMO MI CASTILLO

¿Cómo nació este seminario?

Katherine Osorio (36), educadora de párvulos de la sala cuna Monseñor Santiago Tapia, cuenta que todo es fruto del trabajo colectivo ya que en el sector El Castillo de La Pintana, existe hace más de una década la comunidad “Amo mi Castillo”. Ella reúne a todas las instituciones que trabajan en primera infancia en beneficio de los niños y niñas del sector: salas cuna, jardines infantiles, colegios e incluso el Cesfam.

“Hemos realizado varias capacitaciones autogestionadas incluso por parte de integrantes de esta comunidad, para poder estar mejor preparadas y entregar herramientas de calidad a los niños. Hemos hecho olimpiadas infantiles, fiestas navideñas, caminatas por la infancia. Y este año nuestro desafío fue hacer capacitación para los mismos equipos en el tema del autismo, ya que han llegado muchos niños diagnosticados a temprana edad con TEA”, explica Katherine.

Tal es el nivel del problema, que no se podía esperar a que desde el Estado llegaran las capacitaciones.

“Al principio sentí harto temor, porque se decidió dedicar todo un día a la jornada, y, por lo tanto, ese día cerraríamos todos los establecimientos dedicados a la infancia. Queríamos además, que fuera algo de buen nivel, un seminario real. Así se nos fueron sumando actores como el Municipio de La Pintana y Ruta Maipo”, agrega.

El seminario contó con relatorías de profesionales como terapeutas ocupacionales, psicólogos, educadoras, fonoaudiólogos y una doctora becada en psiquiatría infanto juvenil en la Universidad Católica.

Mauricio Araya, Macarena Astudillo, Katherine Osorio, Ayleen Escamilla, Juan Francisco Abogabir y Melisa Pérez, organizadores del seminario.

“Hubo profesionales que quisieron participar pero ya no cuadraba el calendario para que cupiera más gente. El colegio Marcelino Champagnat nos prestó el espacio y los equipos de audio, fue realmente un seminario en el que colaboró mucha gente”.

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