De ocho hermanos que eran, seis todavía viven. Ester Farías cuida del que es apenas un año mayor que ella: José Carlos. Antes lo cuidaba otra hermana que murió y Ester ahora está en el hogar de su hermana. “Estoy agotada”, reconoce. Gracias a Match Solidario, le regalaron un colchón antiescaras, pero a José Carlos le hace falta un catre clínico y ropa de cama. ¿Quién podrá donarlos?
Por María Teresa Villafrade
7 Agosto 2023 a las
20:35
Match significa “emparejar” y Hogar de Cristo quiso emparejar a los que necesitan con los que pueden dar. Así nació Match Solidario, una campaña muy especial que estamos piloteando, pero que ya ha comenzado a dar frutos.
Ester Farías (63) es divorciada y tiene tres hijas que ya son independientes y han formado sus propios hogares. Hace dos años y medio, una bacteria intrahospitalaria se llevó a su hermana menor, casada y con dos hijos, quien había asumido el cuidado del hermano de ambas, José Carlos Farías (64).
“Cuando mi hermana falleció, hablé con mi cuñado porque no sabíamos qué hacer. Él me dijo que podía quedarme a cuidarlo en la casa y me vine. Tengo que preparar almuerzo, lavar, hacer aseo y un sobrino me ayuda a mudarlo porque está postrado”, señala.
José Carlos, agrega, tuvo una hija que nunca reconoció y la cirrosis producto del alcoholismo lo dejó en ese estado.
“Mi estado de salud no es muy bueno, tampoco. Tengo una minusvalía en mis manos y por eso me ayuda mi sobrino, pero él tiene discapacidad mental”, aclara.
-¿Qué le dicen sus hijas?
-Nada que hacer, no puedo salir. Si ellas me invitan a alguna parte, no puedo ir. Me inscribí como cuidadora en el Municipio de Estación Central, pero me vinieron a ver y como mi sobrino me ayuda, entonces no califiqué para que me destinaran cooperación en ese sentido.
Ella es pensionada con el mínimo porque toda su vida fue dueña de casa. Por eso, al recibir para su hermano un colchón antiescara gracias a Match Solidario, quedó muy contenta. “José Carlos necesita ahora un catre clínico, porque cada vez cuesta más moverlo”.
-¿Y cuál es su sueño?
-Internarlo en un lugar donde lo cuiden mejor y yo pueda tener tiempo para mí. Estoy siempre apurada, no puedo ir a mis controles médicos. Que Dios me perdone, pero estoy agotada.
Según la encuesta Casen 2022, un millón 292 mil personas viven en pobreza en nuestro país. De ellas, casi 400 mil lo hacen en pobreza extrema.