¡Hasta siempre, Mario Carreño!
Fue el primer beneficiario del revolucionario programa para personas en situación de calle, que se inauguró en Chile y Latinoamérica en marzo de 2019. Allí comenzó Mario Carreño un nuevo capítulo en su vida con un techo digno sobre su cabeza hasta su inesperada muerte a raíz de un paro cardíaco, a los 77 años. Lo despedimos aquí con un resumen de su historia.
Por María Teresa Villafrade
10 Enero 2023 a las 16:16
“¡De aquí no me sacan ni muerto!”, exclamó Mario Antonio Carreño Ubilla cuando le dieron las llaves de la flamante casa en calle Ruiz Tagle, comuna de Estación Central, donde vivió tranquilo y seguro hasta su repentina muerte este fin de semana, como consecuencia de un paro cardíaco.
En marzo de 2019, quedaron atrás los ocho años de zozobra y angustia que vivió estando en situación de calle en la comuna de Buin.
“Antes de que me sacaran de allá, yo dormía en el hospital. Tenía una cama con cuatro patas que se llaman sillas, ahí dormía”, contó con voz entrecortada el primer habitante del innovador programa que entrega sin condiciones una vivienda a personas mayores de 55 años que han vivido en situación de calle al igual que él.
“Qué historia mía le cuento, ¿la buena o la mala?”, preguntó el día que lo entrevistamos por primera vez, ya felizmente instalado en una linda casa de tres habitaciones, a la que posteriormente llegarían otros dos compañeros de ruta: Iván de la Rivera y Jorge Namuncura.
En esa ocasión, Mario nos contó que nació en Culitrín, en Paine, y que tuvo nueve hermanos, y de su padre aprendió el oficio de carpintero. Hizo sus primeros estudios en La Paloma, pero después su familia se trasladó a Buin y él tuvo que comenzar de cero la primaria. Llegó a segundo de humanidades, lo que equivale a octavo básico de hoy.
Luego, entró a la Marina y tras dos años de estudio se convirtió en experto en maniobras, razón por la cual todavía guardaba entre sus pertenencias la fotografía con traje de marinero que adornó su ataúd junto al barco que estaba construyendo ya que trabajar la madera era su pasión.
Mario Carreño trabajó para Codelco elaborando el mobiliario y para el hotel Ritz Carlton: “Les hice todas las cúpulas de madera para la iluminación de sus suites, nadie en Santiago pudo hacer ese trabajo”, contó con orgullo en esa oportunidad.
Esa parte de la empresa se cerró y quedó en la calle. “Nadie supo valorar mi trabajo. Estuve ocho años en situación de calle, pero lo peor fue cuando me operaron del corazón y nadie de mi familia me fue a visitar. La calle me obligó a olvidar, porque eso me afectaba mucho. Yo nunca me voy a echar a morir. Más de algo haré en favor de los que me han dado una mano ahora que ya estoy en este nuevo hogar, quiero compensar por lo que hicieron por mí”, nos dijo.
“Estamos súper tristes, era un siete como persona”, cuenta Tamara Elgueta, jefa del programa en Hogar de Cristo. “Cumplió su palabra y se quedó con nosotros hasta el final. Los últimos años lo pasó muy tranquilo. Todos los domingos seguía viniendo a Buin para leer el diario en la plaza. Yo me lo encontraba siempre porque vivo acá”, agrega.
Mario llegó a tener una fábrica de muebles en Brasil, la cama y el velador que usaba en su dormitorio fueron hechos por sus propias manos. Por eso, desde el primer momento en que ingresó a su nueva vivienda, se inscribió en el Taller Expreso que funciona en la residencia Josse Van Der Rest, a escasas cuadras, a la que iba sagradamente todos los lunes y miércoles.
“Era súper ordenado, estaba haciendo un barco a escala rememorando sus años en la marina, en eso se entretenía muchísimo. Fue su último barco”.
El domingo 8 de enero, a la medianoche, salió de su dormitorio pidiendo ayuda por un fuerte dolor en el pecho. Uno de sus compañeros llamó a la ambulancia que lo llevó hasta la Posta Central. Hasta allá llegó el terapeuta ocupacional Paulo Cuadra, ex integrante del primer equipo a cargo del programa, con quien tenía un vínculo de amistad muy fuerte.
“Paulo está ahora cargo de otro grupo, pero siempre mantuvo el lazo con Mario. Con mucho pesar supimos alrededor de las tres de la mañana, que su corazón no resistió. Antes de llegar al programa, Mario Carreño tuvo muchas hospitalizaciones, pero en estos cuatro años que estuvo con nosotros, ni había tenido ninguna. Estaba muy bien, por eso estamos súper apenados con su partida”, dijo finalmente Tamara Elgueta.
Como a veces ocurren los milagros, nos enteramos que para el velorio realizado en la residencia Josse Van Der Rest, uno de los hijos de Mario se hizo presente y gestionó todo para que funeral se realizara en Buin, lugar tan querido para su padre en donde están enterrados sus ancestros.
El programa “Vivienda Primero” fue creado en Estados Unidos y se llamó Houssing First. Impulsado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia y el Ministerio de la Vivienda, es pionero en Chile y Latinoamérica y tiene como objetivo proveer de vivienda a adultos mayores vulnerables que han pasado muchos años en la calle como único hábitat y acompañarlos en su proceso de adaptación a través de un equipo multidisciplinario que los ayuda a conectarse con su entorno y redes de apoyo.
Comenzó en 2019 con dos pilotos: uno en Concepción, para doce personas, y el del Hogar de Cristo, para 15, distribuidos en cinco casas, una de las cuales -color amarillo azafrán, con tres habitaciones de tamaño equivalente- es la que ocupaba Mario y otro par de hombres, que como él, experimentaron la situación de vivir en calle por varios años.
Mantener la continuidad de este programa que hasta 2021 tenía 453 cupos, de los cuales 118 son operados por Hogar de Cristo en las regiones de Valparaíso, Metropolitana y Los Lagos, es fundamental ya que tienen resultados óptimos en cuanto a costo-beneficio, además de dar dignidad y apoyo al grupo más vulnerable y excluido de la sociedad.
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