Derribando mitos junto a los jóvenes de Enseña Chile
27 Enero 2020 a las
14:20
Dos talleres en el marco de un encuentro mayor realizado en Portillo, ofreció nuestra Dirección de Comunidad a los profesionales recién egresados que trabajan por mejorar la educación de nuestro país. El primero apuntó a reconocer y derribar los prejuicios que nos dividen y el segundo a dar a conocer la potencialidad pedagógica del juego Derribando.
Por Comunicaciones Hogar de Cristo
Ingrid Gallardo, directora de Cultura Solidaria, presentó dos talleres en Portillo
En el tradicional Hotel Portillo, en pleno enero, en una cordillera de Los Andes sin una pizca de nieve, 350 jóvenes de la red Enseña Chile se reunieron para dialogar sobre educación y desigualdad, mediante paneles, talleres y cabildos.
La invitación fue a reflexionar juntos sobre el necesario cambio sistémico que requiere Chile. Y los convocados eran jóvenes egresados de distintas carreras universitarias que se forman para trabajar como docentes durante dos años buscando transformar las salas de clases de las escuelas más desfavorecidas del país. Tras esa exigente experiencia de desarrollo profesional y humano, los jóvenes profesionales forman parte de una red de líderes que, desde diversas áreas, siguen trabajando en los cambios que el sistema educativo requiere.
Frente a esta audiencia, la Dirección de Comunidad del Hogar de Cristo, reflexionó sobre los mitos y prejuicios que nos dividen, utilizando el juego Derribando, que se ha convertido en una útil, pedagógica y entretenida manera de hacer ver cuán arraigadas están ciertas ideas preconcebidas en todos nosotros y cómo podemos derribarlas para empezar a practicar la tolerancia y, mejor aún, la empatía.
Ingrid Gallardo, educadora de párvulos con 29 años de trabajo en el Hogar de Cristo y hoy directora de Cultura Solidaria de la Dirección de Comunidad de la obra del padre Hurtado, fue la encargada de dirigir la presentación. Afirma: “Nos desafiamos a aportar invitándolos a plantearse preguntas y establecer compromisos a partir de sus respuestas para aportar a los cambios de mirada que el país necesita en este crucial momento presente. La idea era reflexionar sobre el rol que le cabe a cada uno de nosotros en la misión de hacer de Chile un país más justo, menos desigualdad. Los seres humanos tendemos a culpabilizar a otros de lo malo que sucede, a entes ambiguos, como las autoridades, el poder, sin asumir lo que nos toca de responsabilidad individual en el estado de las cosas”.
Jugando y provocando con las preguntas, se hizo evidente que, aunque Enseña Chile y el Hogar de Cristo tienen casi la misma misión declarada -hacer de Chile un país más justo-, sus miembros no están a salvo de prejuicios que nos dividen. Ingrid lo explica: “Los prejuicios son muy transversales y operan en uno y otro sentido. Así, pudimos descubrirnos diciendo frases tan prejuiciosas como ´los ricos no sufren, no tiene problemas’ y ´los empresarios son todos abusadores´, lo que no es real y ayuda poco a convertirnos en una sociedad más inclusiva, tolerante y diversa”. La idea era usar los mitos presentes en el juego Derribando para dialogar en parejas sobre preguntas como:” ¿Qué efectos tiene este mito en la sociedad del Chile actual?” o “¿Desde mi rol actual cuál es mi desafío para aportar a un Chile más justo?”, lo que hizo fluir y enriqueció la reflexión.
En parejas, los jóvenes de Enseña Chile, se enfrentaron a sus mitos y prejuicios.
Otro taller consistió en presentar el juego Derribando como herramienta pedagógica para el trabajo en sala. Y, junto a sus creadores, Momento 0, se mostró además la plataforma Ludutech. “Fue una gran oportunidad para aportar con la misión que emprenden estos jóvenes: ofrecer una educación más justa para todos”, declara Ingrid y concluye: “Yo conocía la fundación y el trabajo que hacen y los sentía muy en sintonía con nuestra causa, dadas nuestras misiones tan parecidas. Es muy emocionante que un cabro recién egresado de la universidad se vaya a hacer clases a una escuela lejana y que allí tenga apoyo y herramientas para educar a los más aislados y vulnerables. En el Hogar de Cristo tenemos a varios profesionales que han sido profesores de Enseña Chile, una experiencia marcadora que los hace sentir siempre parte de esa red, que tiene tanto que ver con nosotros”.