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El segundo vuelo de Segundo

En enero se cerró la residencia Padre Hurtado de Los Andes, pero desde hacía meses venían trabajando en la reubicación de sus 27 acogidos. Uno de ellos es Segundo Villegas, quien desde la cordillera, al interior de la región de Valparaíso, se trasladó a Hualpén, en Biobío, comenzando una nueva etapa a sus 85 años de edad, tras haber vivido 8 en esa casa del Hogar de Cristo.

Por María Luisa Galán

29 Enero 2021 a las 11:12

“Venía con su mochilita, con indicaciones de que fuma, que es un tanto depresivo, que se aísla, pero nos llevamos una grata sorpresa, porque congenió bastante con los fumadores y con sus tres compañeros de habitación. Si bien no es muy conversador, si le conversan, él se lanza”, cuenta Karla Salgado, trabajadora social de la Residencia de Adulto Mayor Villa Giacaman ubicada, en Hualpén, Concepción, quien tuvo la misión de recibir en el aeropuerto Carriel Sur a Segundo Villegas (85), quien venía trasladado desde la residencia Padre Hurtado ubicada de Los Andes.

La pandemia y la consiguiente crisis social y financiera que enfrentó Chile y el mundo, trajo como consecuencia una serie de modificaciones en el Hogar de Cristo; 28 de los 278 programas sociales de todo el país han cerrado sus puertas, entre ellos, la mencionada residencia de Los Andes, que este 2021 cumplía 27 años y cuyos 27 adultos mayores fueron exitosamente reubicados.

“La contención y el acompañamiento emocional fueron fundamentales en estos meses, además del trabajo en equipo. Sin duda, fueron meses muy dinámicos emocionalmente tanto para los adultos mayores como para los trabajadores; no fue fácil. Esta era su casa y ese fue el relato que ellos nos hacían. Había adultos mayores que llevaban más de 20 años, tienen un sentido de pertenencia importante y significativo, que fue lo que más costó contener y resguardar: el estado anímico de nuestras personas mayores. Pero tenemos la tranquilidad que 24 de los acogidos que teníamos se trasladaron a residencias del Hogar de Cristo en Santiago y Villa Alemana y otros tres se reintegraron a sus familias”, cuenta Alex Arancibia, jefe subrogante del programa, ubicado en la región de Valparaíso.

Segundo Villegas es oriundo de Puerto Montt, su familia vive ahí y otra parte de ella en Punta Arenas. Este factor fue clave para escoger Villa Giacaman como su nueva residencia, al estar más cerca de las sureñas ciudades. “La familia ha tenido la intención de llevárselo, pero no se ha podido concretar. Aun así ha estado muy presente, sobre todo la nuera y las hijas, con constantes videollamadas”, dice Karla.

Segundo nunca había viajado en avión. Por si le daba miedo, el médico le había recetado unos tranquilizantes, un S.O.S. “Así es que llegó a Concepción un poco sedado”, cuenta Karla. Durante todo el viaje estuvo acompañado de Marilyn Núñez, su cuidadora. El cierre de la residencia en Los Andes, la que fue su hogar por ocho años, le dio mucha pena y, según cuentan quienes lo rodeaban, lo que más le preocupaba del cambio era seguir teniendo un techo, cama y ropa seguros.

Nos comprometimos con él a que siempre le íbamos a tener sus cigarros, es lo único que él pide. Además de galletas y juguitos. Nos preocupamos de tenerlo bien abastecido”, cuenta Karla, hoy a dos meses de la llegada de Segundo a Villa Giacaman, donde, además de seguir teniendo techo, cama y ropa, mantiene el mismo cariño y preocupación por parte de los profesionales del Hogar de Cristo.

“Se fuma cinco cigarros al día. Le preguntamos, porque es bastante humilde y no pide. No ha presentado ningún inconveniente, le gusta con quienes comparte la pieza. Hace poco le instalé una tele, así es que más contento aún. Le gusta tomar sus siestas, caminar; camina con bastón pero sin dificultad. Es bien independiente, cooperador, es un súper aporte su llegada”, concluye Karla.

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