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Voluntariado Corporativo
IKEA dona más de 300 cómodas a damnificados por incendios
La reconocida empresa sueca realizó una donación de más de 300 cómodas para los afectados por el mega incendio en la Región de Valparaíso ocurrido en febrero pasado. Junto a 30 de sus trabajadores participaron activamente en un voluntariado corporativo, armando los muebles y entregándolas ellos mismos a las familias del campamento Manuel Bustos de Viña del Mar.
Por María Teresa Villafrade
31 Mayo 2024 a las 11:29
El campamento Manuel Bustos de Viña del Mar fue uno de los sectores afectados por el mega incendio de febrero pasado en la Región de Valparaíso. Para las cientos de familias que quedaron sin su casa de la noche a la mañana, ha sido una carrera contra el tiempo conseguir una vivienda de emergencia y también habilitarla con enseres básicos.
El pasado 25 de abril, IKEA donó más de 300 cómodas para los afectados de los incendios de la Quinta Región y, no se quedó solamente en eso. Además, 30 de sus trabajadores se sumaron como voluntarios durante toda la jornada para conocer a las familias en terreno y armar ellos mismos las primeras 40 cómodas.
La comitiva llegó desde Santiago hasta la sede vecinal del sector de Villa La Pradera del campamento y ¡manos a la obra! Todos se abocaron a trabajar y a compartir con mucho entusiasmo con los residentes afectados por la tragedia.
Treinta trabajadores de IKEA fueron voluntarios en capacitar y armar las cómodas en el mismo campamento.
Bernardita Correa, líder regional de sostenibilidad en Ikea, explica que desde el principio la empresa quiso ayudar en esta emergencia, pero desde las necesidades de las personas.
“Nos coordinamos con Hogar de Cristo para determinar cómo podíamos colaborar con un producto que fuera útil y considerando el tamaño de las viviendas de emergencia y los enseres que ya el Hogar de Cristo está entregando en su kit. Con esa información, Ikea se pone en movimiento para poder llegar a la mayor cantidad de familias con nuestras cómodas, un mueble muy práctico para que las personas puedan guardar algunas de sus pertenencias”, explica.
Efectivamente, este mueble, que se asimila a un clóset o a un armario, permite mantener las ropas y enseres de las personas ordenados, secos y protegidos, lo que dadas las condiciones de las personas damnificadas es un gran avance en términos de confort. La donación, avaluada en 25 millones de pesos, también redundó en una experiencia gratificante para todos. Tanto que decidieron repetirla el próximo 13 de junio con otros 30 voluntarios más de Ikea.
“Fue un evento muy bien organizado y la recepción que tuvimos fue maravillosa. No solo tuvimos oportunidad de conocer a las familias sino que nos involucramos, nos hicimos parte y sentimos que la jornada fue muy enriquecedora porque generamos un vínculo”, agrega Bernardita Correa.
La dirigente de la junta de vecinos en el campamento Manuel Bustos, María Tapia, junto a representantes de IKEA.
Se trata, sin duda, de una experiencia virtuosa que sirve para conocer de cerca el duro invierno que estas familias están enfrentando y lo felices que se sienten de estar acompañados para salir adelante en la adversidad.
