19 Marzo 2019 a las 16:53
La entidad realizó talleres de muñecos nonos en dos albergues para enseñar a niños y adultos mayores que estamos hechos de “parches” y que siempre es posible volver a empezar. Además, llevaron kits de ropa que repartieron entre los afectados por el invierno altiplánico.
Por Jacqueline Otey A.
Paulina Gaete es marionetista, cuentacuentos, sobreviviente de cáncer y, desde hace cuatro años, directora y creadora de la Fundación Nonos, entidad que promueve la resiliencia, el valor por lo simple, la diversidad y el cuidado del medio ambiente, a través de talleres lúdicos.
“Hacemos muñecos con ropa de desechos o calcetines viejos que enseñan que, como seres humanos, estamos hechos de parches, de pedacitos de vida, de tristezas y de alegrías y que lo viejo no se bota, ya que se puede reutilizar. Por otra parte, el reciclaje nos demuestra que afectos como la amistad no son algo desechable y hay que cuidarla”, explica esta mujer que semanalmente desarrolla su taller en la Hospedería de Mujeres de Hogar de Cristo, en Estación Central.
Fundación Nonos nació después del aluvión de Antofagasta, en 2015. En ese momento, Paulina Gaete vivía en la capital de la Segunda Región, y el taller de muñecos que hacía de manera independiente lo llevó a los campamentos más afectados de Antofagasta, Diego de Almagro y Taltal.
“En el campamento de Diego de Almagro un niño que estaba viviendo en una situación muy complicada, tomó su muñequito y me dijo: ´Tía, hoy voy a dormir con él´ y eso me impactó”, dice.
Paulina cuenta que esta vez gracias al vínculo que tiene Fundación Nonos con Fundación Acción Solidaria, se enteró del llamado que hizo la organización Movidos por Chile, para ayudar a las personas damnificadas a causa de las inundaciones que provocó el invierno altiplánico en Arica ocurridas a fines de enero pasado. “El mensaje era que estas personas necesitaban enseres, ropa y artículos de limpieza y así fue como decidimos ir allá”, recuerda con entusiasmo.
Durante dos días, la directora de Fundación Nonos junto a Isidora Vicente y Astrid Fernández, integrantes de la organización, visitaron los albergues de Azapa y Poconchile, y trabajaron con alrededor de 50 personas. Allí, hicieron el taller de muñecos Nonos, para enseñarles a los damnificados que, a pesar de las dificultades, es posible salir adelante. “Además llevamos kits de ropa para niños y adultos que nos regaló Fundación Banco de Ropa. Les llevamos poleras, zapatos, carteras, collares, entre otras cosas. Es ropa nueva que les entregan diversas empresas para dignificar a la persona”, explicó.
Paulina comenta que al terminar el trabajo en los alberges, recorrieron la zona y se encontraron con un campamento en mitad del desierto, donde conocieron a una mujer muy especial.
“Nos contó que había sido reina de belleza y que vivía allí junto a su familia. Ahí le contamos lo del taller de Nonos, le explicamos cómo se hacían y le dejamos 30 kits y ella hizo el taller dos días después con vecinos del lugar –donde incluso había extranjeros- que resultó un éxito, ahora espera que volvamos. Para nosotras fue impresionante encontrar a estas personas en mitad de la nada, donde viven sin agua y luz, llenos de entusiasmo y de comprensión de nuestro mensaje”, mencionó.
Manos de Cerro Navia
La directora de Fundación Nonos destaca que los kits para armar Nonos se los encargan a un grupo de 15 mujeres de Cerro Navia. “Ellas trabajan en sus casas porque tienen hijos pequeños a los que no quieren dejar solos, ya que viven en lugares donde después de las 5 de la tarde se vuelve peligroso salir a la calle”, indica.
Y agrega: “a estas mujeres la fundación les facilitó máquinas de coser y les enseñó a usarlas. Además, ganan un sueldo por hacer estos kits que llevamos a los distintos lugares donde hacemos talleres”.
Según Paulina, el kit incluye un “Nono” pre hecho que viene en una bolsita y trae nariz, botones y relleno. “Afuera le pones los parches y adentro un papelito que dice lo que más te gusta de ti y esa es el alma del Nono. Cuando uno sabe lo que le gusta de uno, hace mejor las cosas”, afirma.
Gaete destaca que el año 2018 Fundación Nonos en conjunto con Fundación Acción Solidaria del Hogar de Cristo capacitó a 280 profesores de escuelas municipales en la comuna de La Granja para que utilizaran el muñeco Nono en el aula.
Hace 10 años tuvo cáncer y eso le hizo cambiar su perspectiva de la vida. “Como contaba cuentos y me quedé sin pelo, empecé a ir a hospitales y colegios donde había niños a quienes les contaba cuentos y les mostraba fotos mías sin pelo y con pelo. Sentí que era muy importante demostrar que ser resiliente era muy importante”, señala.
Acción Solidaria
Claudio Azócar, encargado de Innovación y emprendimiento en Fundación Acción Solidaria, explica que esta es una iniciativa que apoya a otras organizaciones solidarias que trabajan con personas que viven en situaciones de pobreza o exclusión social.
“A partir de ahí tenemos infinidad de líneas temáticas, ya que trabajamos con organizaciones de diversidad sexual, pueblos originarios o migrantes y lo que intentamos hacer es que estas iniciativas que son pequeñas o emergentes no vayan muriendo en el camino por falta de apoyo, sino que crezcan, contagien a otras personas y se hagan cada vez más grandes. Además de facilitar sus procesos”, señala.
Según el profesional, una manera de ayudar a una organización que no tiene personalidad jurídica, y que necesita postular a fondos públicos o privados, es ayudarlos –por ejemplo- a que tengan la asesoría de un abogado o un ingeniero comercial para que los ayude a elaborar el modelo de negocios. “Intentamos que vayan mejorando su propuesta desde lo técnico, organizacional y los recursos. La idea es que vayan obteniendo recursos y sepan cómo gestionarlos”, dijo.
Fundación Nonos es uno de los 24 emprendimientos solidarios en tres regiones con los que trabaja Acción Solidaria. “Para ayudar a estas organizaciones estamos vinculados a distintas redes de nivel nacional, porque ellos son tan pequeños que no alcanzan a acceder y por eso somos sus interlocutores”, explica.
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