En octubre pasado, contamos la historia apremiante de Sinforosa (77) y publicamos su caso en Match Solidario, la plataforma de Hogar de Cristo que conecta a quienes necesitan algo muy específico con personas dispuestas a ayudar.
Sinforosa necesitaba un refrigerador para conservar su insulina. El viejo que tenía se le había echado a perder y no contaba con recursos para reponerlo, ni siquiera siendo usado. De ese hecho supimos a través del programa de atención domiciliaria para personas mayores de Hogar de Cristo en Antofagasta, del cual ella es parte.
Gracias a las visitas periódicas del equipo, que le brinda apoyo y contención, nos enteramos que ella recibe una pensión de 217 mil pesos mensuales. No paga arriendo, pero entre remedios, alimentación y gastos básicos, el dinero nunca alcanza, menos para este tipo de eventualidades.
Una persona anónima leyó su historia en nuestra web y se conmovió. “Yo quiero regalarle un refrigerador nuevo”, dijo. Se puso en contacto a través de Match Solidario y desde Santiago lo compró para ser despachado en el mismo domicilio de Sinforosa, en el norte.

El día que cumplió 77 años, llegó hasta su domicilio el flamante refrigerador nuevo.
“Estoy feliz con mi refrigerador. Me llegó justo el día de mi cumpleaños como un regalo del cielo. Nunca había tenido algo nuevo, porque hasta mi ropa es usada”, dice, lo que revela la precariedad de tantos adultos mayores en Chile que subsisten con lo mínimo.
Antes, debía acudir a una vecina para conservar su insulina en frío, porque Sinforosa es diabética.
“Me costaba mucho subir la escalera, uso bastón y tengo una placa de cinco pernos en mi tobillo. A veces, mi vecina no estaba y debía esperarla a que llegara para poder inyectarme”, explica. Una rutina que puede parecer pequeña, pero que se había vuelto una odisea.
Sinforosa quedó viuda hace más de 40 años y perdió a dos de sus 4 hijos: uno falleció joven, después de rehabilitarse del consumo de drogas, y la otra fue una hija postrada a la que cuidó durante una década. “Los crié a todos sola, con mucho sacrificio, trabajando de reponedora en supermercados, en las minas, en muchas partes. Me quedan otros dos hijos a los que casi no veo”.

Sinforosa en la cocina de su modesta vivienda. Su bastón la acompaña a todas partes.
“No me canso de enviarle bendiciones a esa persona tan generosa. Estoy muy agradecida”, agrega. “Sólo me falta llenarlo ahora, con cositas ricas, no solo con la insulina”.
Carla Vargas, jefa del programa de atención domiciliaria de adultos mayores de Hogar de Cristo en Antofagasta, advierte que son muchas las necesidades que día a día perciben en esta población.
“A Sinforosa le cambió la vida, está muy feliz. Por eso quiero invitar a todos los que anhelan justicia, a continuar brindando ayuda solidaria a través de Match Solidario. En ese sitio, vamos registrando los casos que detectamos de urgente necesidad. No tienen que ser cosas nuevas, pueden ser productos de segunda mano pero en buen estado”, indica.
Match Solidario es una plataforma creada especialmente para conectar a quienes requieren ayuda concreta y específica con personas dispuestas a ayudar. Los requerimientos se transforman en historias concretas: una cama, un calefón, una silla de ruedas… o un refrigerador como fue el caso de Sinforosa, quien ahora ya no tiene depender de alguien más.
Este 2025 se han levantado 266 avisos en la plataforma, de los cuales 70 ya se resolvieron o están en vías de resolverse. La mayoría —55 de ellos— en la Región Metropolitana. Y aunque Santiago concentra el 40% de la población del país, la solidaridad no puede quedarse en la capital.
En el norte, donde el sol quema y la vida es más cara, hay 79 solicitudes, pero sólo cuatro se han concretado. En el centro sur, 73, y en el sur austral, 17, con apenas dos resueltas. Y sí, cuesta más hacer match fuera de Santiago, pero las necesidades son las mismas. Y ya vimos que se puede.
¿AÚN NO CONOCES MATCH SOLIDARIO? ENTRA Y BUSCA A QUIEN AYUDAR