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Susana Collante:

“Los grandes cambios provienen de ideas pequeñas”

Veinticinco de sus 44 años, los ha dedicado a rescatar los espacios públicos de su comunidad y a acciones vecinales, como organizar ollas comunes durante la pandemia. Aunque duda merecer el título de Mujer Bacana, es exactamente el tipo de espíritu femenino que busca destacar nuestra campaña. Te invitamos a destacar a esa mujer líder e inspiradora cuyas acciones son ejemplares.

Por Matías Concha P. 

30 Marzo 2022 a las 12:31

Susana (44) o “la Su” como todos la llaman, es madre de dos hijos, Gonzalo y Valentina, y abuela de Agustina, de 4 años. Su voz comenzó a alzarse desde muy pequeña en el barrio de su infancia, en una mediagua al costado del cerro Renca, entre Quilicura y Renca.

“Yo no tengo estudios, pero creo que nací para dirigente, lo fui desde muy chiquita. A los seis años me gustaba entrevistar a las mamás de mi barrio, saber qué necesitaban, cómo se las arreglaban para alimentar a sus niños, ver en qué podíamos organizarnos, así es que tenía un cuaderno con hartos reclamos”, dice Susana, riéndose de sí misma.

Hoy su lema es simple: los grandes cambios en el mundo provienen de acciones pequeñas. Así vive, piensa y gestiona ayuda. Por eso, entre otras cosas, es la presidenta de la agrupación “Mujeres Domos” de Maipú, que generen proyectos de impacto social en sus comunidades locales. Explica que la organización es un “conjunto de mujeres que se unen y trabajan en función de un bien comunitario, siendo nuestro principal objetivo el rescate de la vida de barrio, de los espacios públicos y de las actividades sociales de ayuda a vecinos vulnerables, como adultos mayores, mujeres víctima de violencia, familias sin alimento”.

-¿De cuál intervención social te sientes más orgullosa?

-Justo a la bajada de un puente, en la villa La Divina Providencia de Maipú, había una esquina sin semáforo que provocaba muchos pero muchos accidentes, entre ellos, inclusive, una muerte, que nos produjo mucho dolor a todos. Especialmente, a la familia que fue testigo del atropello y a toda la comunidad porque el joven era uno de los que hacía la olla común y que iba a dejar la comida a los abuelitos del barrio. Así que nos movilizamos y logramos la financiación de un semáforo, que como todos saben, son carísimos. Eso fue un gran orgullo, porque desde la instalación, nadie ha vuelto a morir.

El trabajo de Susana como dirigenta social fue crucial en pandemia. Así, hace dos años, cuando ella comenzó a percibir el hambre que acuciaba a su comunidad, en Maipú, decidió organizar “onces comunitarias”. “Nos dimos cuenta que en la olla común que funcionaba en nuestra villa, había días donde se hacía comidas que nadie se llevaba, quizás por mañosos o porque no les gustaba el sistema, pero se nos ocurrió apoyar a las familias con alimentos por preparar. Así conseguí vales de gas y cajas de mercadería. Lo novedoso fue que organizamos las cajas de alimentos por días, calculando que en una caja hubiera alimentos al menos para cinco días, así las familias no tenían que depender tanto de lo que se cocinara en la olla común”.

-¿A cuántas familias lograban llegar?

-A cerca de 90 familias a la semana: imagina el impacto de una ocurrencia.

Mujeres Bacanas

Hace pocos días, Susana recibió la noticia de que había sido nominada por su amiga, Elisa Vergara, a “Mujeres Bacanas” de Hogar de Cristo, que destaca el espíritu y el trabajo de mujeres cuya labor encarna el empoderamiento femenino.

“La nominé a ella porque es una mujer súper power, entregada, y hoy lo que se necesita es potenciar el liderazgo femenino”, dice Elisa (57), quien trabaja junto a Acción Solidaria del Hogar de Cristo, levantado ollas comunes para vecinos en campamentos y personas en situación de calle.

-Nosotras nos conocimos –recuerda, Elisa– hace mucho tiempo, como en 2008, en la Corporación de Asistencia Judicial. En ese entonces estudiábamos cómo apoyar a las mujeres que han sufrido violencia intrafamiliar (VIF) en Maipú. Incluso, fuimos juntas al Congreso para presentar un petitorio para que la violencia en el pololeo pase a ser violencia doméstica, ya que no estaba considerada, y también el  aumento de las penas a los autores de homicidios por violencia intrafamiliar.

-¿Lo lograron?

-Sí, ambas cosas se lograron,  valió la pena la lucha. Por eso quise nominar a la Susana, ella es una persona súper entregada, súper esforzada, que cuando se le mete algo en la cabeza, convoca a todas para ayudar a otros. Por eso la nominé a ella.

Este marzo 2022, Hogar de Cristo se reunió junto al poderoso equipo femenino de MujeresBacanas.com, para destacar juntos la potencia de las mujeres que hacen el Hogar de Cristo, combatiendo, además de la desigualdad de género, la pobreza. La campaña, que ya reúne más de 60 historias de socias, voluntarias, líderes sociales, trabajadoras y acogidas notables, ha resultado todo un éxito.

Isabel Plant, una de las cuatro creadoras de MujeresBacanas explica así el porqué de esta iniciativa: “Siempre hemos tenido ganas de llevarles a ustedes más anónimas: mamás, abuelas, amigas, cuidadoras que no salen normalmente en los diarios o la televisión, a las que nadie premia, pero que día a día consagran su vida a su comunidad y a los demás”.

Antes de concluir la entrevista, le preguntamos a  Susana si ella misma se sentía una “Mujer Bacana”. Su respuesta, asombra: “No, y no lo digo con falsa modestia, es que me ha tocado conocer a tantas mujeres increíbles, que hacen valer sus derechos, que se sacan la mugre estudiando. Hoy yo veo que todos son líderes y lideresas, es cosa de ver las nuevas generaciones”.

 

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