¿Qué piensan los jóvenes sobre la influencia de la música urbana?
Ésta fue una de las preguntas respondidas en el debate interescolar más importante del país. Además del influjo negativo o positivo de este género musical, se abordaron conceptos como la libertad de expresión, la construcción de identidad, la apología a la violencia, la misoginia y la narcocultura. ¿Qué equipo habrá vencido con sus argumentos en Jugao?
Por Vicente Vásquez Feres
20 Agosto 2024 a las 16:31
La música urbana, ¿es una influencia negativa sobre la infancia y la adolescencia? Pregunta interesante, compleja y actual que debieron responder dos equipos en Jugao 2024 por la Infancia, el torneo de debate interescolar más importante de Chile y basado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. El desafío quedó planteado para los colegios Bicentenario Mary Ward de San Ignacio –que por sorteo estaba a favor– y el Británico St. Margaret’s de Concón –en contra–.
Un dato curioso y no menor respecto de los argumentos esgrimidos, es que las integrantes de ambos equipos eran todas mujeres. La conductora Joce Acuña, periodista, locutora y editora de la radio LOS40, estaba muy interesada en conocer el desarrollo de las posturas, ya que el género urbano y su acontecer noticioso es parte de su trabajo cada día. También, por la edad de las estudiantes –17 años en promedio–, público importante detrás del éxito y la masividad de este tipo de música.
El jurado también fue completamente femenino. Lo integraban: Andrea Espinoza, directora social del Servicio Jesuita Migrantes; Claudia Quinteros, asesora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA); y Mónica Contreras, jefa técnica subrogante del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil.
En la primera etapa del debate, el Colegio Bicentenario Mary Ward, desarrolló que la música urbana afecta de forma negativa el presente y futuro de niños, niñas y adolescentes. ¿De qué manera? Primero, en la construcción de la identidad en una etapa de vulnerabilidad y riesgos. Segundo, por hacer constante apología a la violencia, misoginia y el narcotráfico.
“La música juega un papel fundamental en la construcción de identidad, especialmente en niños y jóvenes, se convierte en una herramienta valorativa para expresar emociones, establecer relaciones interpersonales y en última instancia definir quiénes son. La exposición continua a la música urbana, sobre todo a canciones con contenido violento, puede tener efectos negativos en este proceso de formación de identidad. Según estudios de la Asociación Americana de Psicología, la música con letras agresivas puede llevar a comportamientos agresivos y una disminución de conductas prosociales entre los jóvenes. Además, investigaciones como las realizadas por la psicóloga infantil Jennifer Cornejo de la Clínica Santa María, destaca que los niños que idolatran a artistas urbanos tienden a imitar no solo su música, sino su estilo de vida, lo que puede tener implicaciones significativas en su desarrollo integral”, expusieron las representantes del Colegio Bicentenario Mary Ward.
“La periodista Pilar Lizana señala que en el caso de Chile, este es un fenómeno reciente que ha crecido durante los últimos años y que principalmente se ha ido consolidando en torno a la música urbana, donde los cantantes en sus videos ostentan armas, mujeres y en sus letras presentan imágenes y narrativas relacionadas con el tráfico de drogas y la violencia”, fue en síntesis el segundo argumento del Colegio Bicentenario Mary Ward.
Antes de exponer sus ideas, el equipo en contra hizo una pregunta que concentraría la tensión del debate hasta su término: “Dentro de la formación de identidad de un niño o de un joven, ¿no creen que la libertad de expresión es fundamental?”. En los 15 segundos para responder, el colegio a favor alcanzó a bosquejar lo siguiente: “Nosotros no estamos censurando la música urbana”.
Después, el Colegio Británico St. Margaret’s comenzó su argumentación y lo hizo con las siguientes ideas: Uno, la libertad de expresión garantizada a nivel nacional y mundial, y que en ese contexto la música urbana es un reflejo de la sociedad. Dos, que este estilo musical defiende el sentido de identidad y pertenencia, especialmente para los niños y jóvenes más marginados de la sociedad, conectados con un lenguaje construido por jergas y códigos comunes. Tres, es una fuente de motivación, creatividad y empoderamiento ante entornos complejos.
“La Constitución Política de Chile establece como un derecho la libertad de emitir opinión y la de informar sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio. La música urbana es una manifestación clave de la libertad de expresión, permitiendo a los artistas transmitir sus experiencias, emociones y realidades de manera auténtica. Este género musical refleja las condiciones sociales, culturales y económicas de las comunidades. El psicólogo Akeem Sule, uno de los fundadores de Hip Hop Psych, basado en un estudio de la Universidad de Cambridge, dijo: “Los artistas de hip hop usan la música como un medio para liberarse, a menudo hay un mensaje de esperanza en las letras”, partieron argumentando las representantes del Colegio Británico St. Margaret’s.
“Al escuchar canciones que reflejan sus propias realidades sociales como la pobreza, la violencia y la exclusión, los jóvenes se sienten comprendidos y representados, lo que fortalece su autoestima. En este sentido, las letras no están glorificando estos temas, sino expresando la realidad de estos sectores de la sociedad”, sostuvo el equipo de Concón.
“A menudo (la música urbana) narra historias de superación, resiliencia y éxito frente a la adversidad. Al escuchar letras que hablan de luchar por los sueños y superar obstáculos, los jóvenes pueden encontrar inspiración para enfrentar sus propios desafíos y perseguir sus metas con determinación”, fue el tercer argumento del Colegio Británico St. Margaret’s.
Cuando llegó el momento de la mutua refutación, una instancia que profundiza las ideas propias y pone en cuestión las contrarias, el equipo a favor nombró algunos ejemplos de la industria chilena para ilustrar el alcance mundial que tienen estos contenidos:
“En las listas de canciones más escuchadas de los últimos años, tenemos “Marisola” de Cris MJ y Standly, que presenta la hipersexualización y el uso de drogas con 240 millones de visitas en YouTube. “Pégate” de Standly, que fomenta el uso de la droga con 254 millones de reproducciones en Spotify. También tenemos “Baby Otaku” con la hipersexualización y 189 millones de reproducciones en Spotify. Y, por último, “Cochinae” de Julianno Sosa, que también cosifica a la mujer con 158 millones de reproducciones en Spotify. En pocas palabras, muchos de estos artistas transforman estos problemas en algo bueno (…) así dándole un ejemplo a los niños para que lo puedan imitar o normalizar todos estos temas”, sostuvo el Colegio Bicentenario Mary Ward.
En este instante, el equipo en contra hizo una pregunta que aprovechó de responder mientras refutaba: ¿Cómo las visitas de Spotify reflejan que las canciones al final son una amenaza para los jóvenes? Así, el Colegio Británico St. Margaret’s, además de insistir que la música urbana es un reflejo de las problemáticas y no la causa de ellas, tomó los mismos ejemplos para llegar al siguiente punto:
“Los jóvenes del mundo están protegidos y advertidos en aplicaciones como Spotify, ya que al lado de las canciones que tienen contenidos muy explícitos, sale una “E” mayúscula. Por lo tanto, ya están conscientes del tipo de música que están escuchando. Por ejemplo, las canciones que ustedes mismos mencionaron de Standly, Cris MJ y otros artistas del género urbano. Si los adolescentes saben qué están escuchando, ¿no están subestimando su juicio?”, fue la refutación del Colegio Británico St. Margaret’s.
Llegada la etapa de las conclusiones, ambos grupos reforzaron sus posturas y plantearon propuestas hacia el futuro sobre el impacto de la música urbana, como programas educativos que enseñen a los jóvenes a analizar críticamente su consumo o la integración de este género en políticas culturales y sociales que ayuden a eliminar estigmas y prejuicios.
Tras un profundo análisis, el jurado determinó que con un marcador de 296 puntos contra 275, el equipo ganador fue el Colegio Británico St. Margaret’s de Concón, que avanzó a semifinales y quedó entre los cuatro mejores.
No es casualidad que estas debutantes hayan eliminado en la ronda previa al Instituto Santa María de San Carlos, ganadores de la versión del año pasado. Sin duda, estas chicas se han convertido en la revelación de Jugao 2024 por la Infancia, el torneo de debate interescolar más importante de Chile.
La próxima fase se realizará el 27 de agosto y la gran final es el 3 de septiembre. No te lo pierdas y vívelo por los canales de YouTube de Hogar de Cristo y ONU Chile, con el patrocinio de Fundación Mustakis y la colaboración de Basepública.