Main Donate Form

$ 0

Pobreza, un asunto de vida o muerte

Héctor Higuera, Jefe de Operación Social Territorial Región de Ñuble. 

En Ñuble hay gente que nace y muere pobre. De generación en generación. El abuelo, el hijo, el nieto. Así lo atestigua la muerte de José Gutiérrez, un adulto mayor en situación de calle, para quien, las desigualdades a la hora de vivir fueron también desigualdades a la hora de morir, solo y abandonado.

En nuestra región hay más de 220 personas durmiendo a la intemperie. Sin vínculos, privados de afectos, carentes de esperanzas, muchos mueren sin que exista un registro oficial de su existencia. El 84% son hombres, más del 41% presenta problemas de consumo de alcohol y otras drogas. Algunos no cuentan con papeles, ni siquiera saben cuántos años tienen. Como transeúntes de paso que van de una calle a otra, buscando un rincón donde sobrevivir.

En la ciudad de Chillán se concentran 150 personas viviendo en la calle. Para ellos no hay ningún tipo de programa público o privado destinado a resolver de manera permanente y prolongada en el tiempo sus problemáticas, incluyendo, por ejemplo, soluciones habitacionales, acompañamiento integral con participación de los distintos Ministerios para abordar y solucionar el problema de fondo. Las Hospederías son súper necesarias, pero esto tiene que estar acompañado de respuestas sostenibles a largo plazo, teniendo claro que una persona permanece en calle en promedio 5 años.

El trato que reciben los más pobres se aleja de los estándares mínimos de derechos humanos, muchos son víctimas de discriminación y por ese motivo no piden atención médica. Y este trato indolente o discriminatorio implica en muchas ocasiones la muerte e incluso un trato indigno después del fallecimiento.

El poeta inglés John Donne escribió: “Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”. Doblan por nosotros, por ellos, especialmente, por José Gutiérrez.

 

¿Quieres apoyar a las personas en situación de vulnerabilidad?
¡Hazte Socio aquí!

 

 

Cerrar

QUE LA CALLE NO SEA SU ESCUELA

Ni su sala de clases, ni su jardín infantil, ni su sala cuna. Hogar de Cristo trabaja porque todos, al margen de su situación socioeconómica, reciban educación de calidad en todos los niveles de su trayectoria educativa. Apóyanos.

DONA

Noticias Relacionadas
Noticias

Vivienda Primero: Teresa tiene una pena

Se nota demasiado que Teresa tiene una pena profunda en el alma. La causa es el suicidio de su hijo mayor cuando éste tenía apenas 22 años. Ocurrió el 21 de...

Noticias

El alma del Comedor Esperanza de Ancud

Es temprano en la mañana y, como cada día, muchos adultos mayores y algunas personas en situación de calle se acercan a las dependencias del Hogar de Cristo de Ancud.  Van...