Lecciones de vida: Aquí podemos ver la energía de un héroe que no renunciara ante nada ni nadie
22 Abril 2016 a las
15:44
Hijo de un profesor alemán refugiado de la segunda Guerra Mundial y de madre chilena, Richard Nickel Parra, podría demostrar solo angustia, derrota y ganas de no vivir. Pero al contrario hoy podemos ver la energía de un héroe que no claudicará ante nada ni nadie.
Con 47 años de edad y con una carrera destacada como profesor titular del Instituto Nacional, la Scuola Italiana y el colegio de Vitacura entre otros, Richard Nickel Parra podría jactarse que su vida, profesional, ha sido exitosa y sin contratiempo. Sin embargo, hoy es residente y enseña a leer a los residentes de la hospedería Padre Álvaro Lavín de nuestra Fundación.
Richard se ve sereno, con sus manos en la barbilla y cara de incredulidad al momento de comenzar a hablar sobres sus padres. “Mis progenitores fallecieron cuando yo tenía 7 años de edad, por ende no tengo muchos recuerdos de ellos, me crie junto a mi hermana que me gana por 15 años de edad, ella fue mi hermana madre y aún lo sigue siendo. Mis padres fueron apresados y torturados por el régimen militar de Augusto Pinochet. Mi madre fue llevada a Colonia Dignidad y mi papa fue llevado a la isla Quiriquina, ellos no fueron asesinados en los centros de tortura, murieron al poco tiempo de haber salido de estos, yo tenía tan solo 7 años”.
“También puedo recordar como los militares ingresaban a mi casa en buscas de mis padres, y yo, de manera inocente, jugaba con los fusiles de estos soldados, no teniendo en cuenta de que estas personas venían a separarme de mis papas”.
La adolescencia y sus estudios
Proveniente de una familia con estrecha relación con el cristianismo Nickel nos confiesa que “desde pequeño siempre tuve cercanos que tenían directa relación con el cristianismo y la iglesia, por ende siempre estuvo mi inquietud de si yo podría ser parte este círculo religioso. Sin embargo, cuando egrese de la enseñanza media me fui a estudiar ingeniería comercial a la Usach. Al tercer año de estudio decidí emigrar a Argentina para ingresar a un seminario sacerdotal”.
“Al quinto año de seminario tome la decisión de volver a Chile y comenzar mi carrera como profesor, eso sí tuve que convalidar mis estudios acá en Chile antes de comenzar a ejercer mi profesión. ¿Por qué razón no termine el seminario?, tenía ganas de tener una familia”, afirmó con cierta tristeza.
Profesor, esposo y su paso Hospedería Padre Lavín
Al comenzar a relatar su etapa como profesional, Richard, se nota un poco emocionado y melancólico, al llegar a Chile trabajó en tres colegios, pero el Liceo de Quilicura sería el que cambiaría su vida para siempre, en ese lugar conoció a su esposa, mujer con la que estuvo casado durante 4 años, sin embargo, el sueño no pudo concretarse
“La separación de mi mujer fue el detonante para que yo quisiera dejar todo, no quisiera saber nada de nada. Deje mis trabajos, me fui a vivir a la calle. Al llegar a la hospedería me ayudaron como si fueran mi familia, no lo digo porque solo tuve un techo donde dormir. Para mi esta hospedería es mucho más que eso. El significado que tiene este lugar para es bastante especial.
El Presente del profesor de Filosofía
Richard Nickel actualmente lleva cerca de 4 meses es la Hospedería Padre Álvaro Lavín, debido a una enfermedad y al no pago de sus licencias médicas. “Mírame estoy nuevamente acá desde el mes de octubre del 2015, quién lo diría. Llegue nuevamente acá, debido a que tengo cáncer, actualmente estoy con tratamiento de quimioterapia y me sacaron la vesícula. Pero como dijo mi madre hay que hacer tripas el corazón para poder salir adelante”.
“En la hospedería actualmente estoy encargado de la biblioteca, estoy realizando un taller para enseñar a leer y escribir a algunas personas de la hospedería. Puedo decir que estoy feliz, pero con algunos sueño por cumplir como poder tener un hijo. Sin Embargo, creo que dios me está dando algún tipo de señal, a lo mejor para que termine el seminario, por eso a lo mejor no estoy destinado a tener una familia propia”.