“Orientaciones en Prevención de Riesgos: Juntos nos cuidamos en Hogar de Cristo” es el nombre del módulo en formato digital que es parte de la malla formativa oficial y constituye un contenido esencial para fortalecer la cultura preventiva.
Se trata de un curso obligatorio para sus 2.500 trabajadores. Busca promover el autocuidado y el cumplimiento de las normas de seguridad en cada uno de los espacios laborales.
Con un material diseñado especialmente para la fundación, aborda ejemplos y situaciones reales del quehacer diario. Esto facilita la comprensión y aplicación de orientaciones preventivas en los distintos escenarios laborales. Su propósito es apoyar la identificación de buenas prácticas de seguridad, cuidado mutuo y prevención de riesgos desde cada rol.
Existe una creciente preocupación por la seguridad laboral, razón por la que expertos destacan que la clave para una cultura sólida en prevención de riesgos está en la participación activa de todos los niveles de la empresa. Las mejores prácticas incluyen:
Estas orientaciones buscan no solo cumplir normativas, sino instalar la prevención como valor organizacional, reduciendo accidentes y fortaleciendo la confianza interna.

El curso da pautas de prevención en los distintos quehaceres de Hogar de Cristo como, por ejemplo, una residencia de adulto mayor.
Un factor de riesgo es cualquier condición, situación, objeto o sustancia que incrementa la probabilidad de accidente o enfermedad. Los más comunes en una organización son:
Físicos: Ruido, vibraciones, temperaturas extremas, iluminación deficiente.
Químicos: Exposición a sustancias tóxicas, gases, vapores o polvo.
Biológicos: Contacto con virus, bacterias, hongos en ciertos entornos laborales.
Ergonómicos: Posturas inadecuadas, movimientos repetitivos, mobiliario no adaptado.
Psicosociales: Estrés laboral, sobrecarga de trabajo, falta de comunicación.
Mecánicos: Máquinas sin protección, herramientas defectuosas.
Eléctricos: Instalaciones en mal estado, falta de señalización.
Identificación y evaluación de riesgos: Realizar diagnósticos periódicos para detectar peligros.
Capacitación continua: Entrenar al personal en procedimientos seguros y uso correcto de equipos.
Equipos de protección personal (EPP): Garantizar disponibilidad y uso adecuado.
Mantenimiento preventivo: Revisar maquinaria e instalaciones para evitar fallas.
Protocolos claros y señalización: Instrucciones visibles y normas actualizadas.
Promoción del bienestar: Programas para reducir estrés y mejorar clima laboral.
Planes de emergencia: Simulacros y rutas de evacuación definidas.