La inspiradora lucha de un padre contra el cáncer de su hija:

En el marco del Día del Padre nos hemos acercado a una familia valiente que ha compartido con nosotros la difícil prueba por la que están atravesando. Miguel Ángel Muñoz, padre de Danae, relata la conmovedora historia de su hija, quien a los pocos meses de vida, fue diagnosticada de cáncer, algo que provocó un fuerte impacto en toda la familia. A esa temprana edad asegura Miguel Ángel que Danae "le enseñó a vivir".

Por Matías Concha P.

10 Junio 2024 a las 20:30

Danae nació el 24 de diciembre de 2019, una fecha que desde entonces cobró un significado especial para Miguel Ángel, de 30 años. La alegría inicial de los primeros meses se vio opacada cuando, a los diez meses fue diagnosticada de cáncer. “Primero, comenzaron los vómitos y las complicaciones. Pasaron semanas donde Danae tenía fiebre, y entonces apareció un estrabismo en su ojo izquierdo. Ese fue el momento de alarma que nos hizo actuar”, recuerda Miguel Ángel con una voz que fluctúa entre la calma y la angustia.

La lucha comenzó con una larga espera en el Hospital de Calama. “Recuerdo que se demoraron siete horas en atendernos. Danae, que siempre había sido una niña inquieta, parecía totalmente apagada”, dice Miguel Ángel. La situación llegó a un punto crítico cuando el personal médico se resistía a realizar un escáner necesario porque Danae era muy pequeña. “Mi esposa rogó al doctor, siete veces, hasta que finalmente accedieron. Media hora después, nos llamaron y nos dijeron, textualmente, que Danae tenía una masa y líquido en la cabeza“.

El diagnóstico marcó el comienzo de un camino arduo para la familia. Trasladada de urgencia a Antofagasta y luego a Santiago, la operación para extraer el tumor se prolongó durante ocho horas. Este delicado procedimiento fue solo el preludio de un postoperatorio aún más complicado. “Tras la cirugía, ella no comía y quedó en un coma inducido. Pronto se comenzó a desnutrir y le hicieron una traqueotomía. Y la verdad, aprender a cambiar las cánulas y a aspirarla era aterrador. Ver a tu hija sufrir de esa manera es absolutamente indescriptible”, relata Miguel Ángel.

Las complicaciones siguieron para Danae, quien continuaba sin poder alimentarse. Finalmente, se decidió realizar un procedimiento quirúrgico para colocarle un botón gástrico, también conocido como PEG. Este tubo de alimentación, que conecta el exterior con el estómago, permite la administración directa de líquidos y alimentos sólidos.

-Qué difícil.

-Sí, ha sido muy difícil. Danae se tocaba y no entendía lo que estaba sucediendo, era algo muy extraño para ella. Incluso ahora, le resulta complicado ver las cicatrices de la traqueotomía y el botón gástrico. Siempre tratamos de tranquilizarla, le decimos que sus heridas ya están cerrando y que la amamos más que a nada en el mundo.

DE REGRESO A LA FE

En 2023, poco después de su primera radioterapia, Danae entró al jardín infantil Nido De Puri de Hogar de Cristo en Calama, que atiende a 30 niños de sectores vulnerables de la ciudad. Cada niño recibe alimentación completa: desayuno, almuerzo y once. Y pueden estar desde las 8:30 hasta las 16:30.

-¿Cómo fue llevar a Danae al jardín por primera vez después de todo lo que sufrieron?

-Angustia, esa es la palabra que lo resume todo. Estaba en el trabajo, pero mi cabeza siempre estaba con Danae. No se habla mucho de esto, pero mientras mi señora se quedaba cuidándola, yo tenía que seguir yendo a trabajar porque ya no me aceptaban más licencias ni permisos. Como papá, estar obligado a dejarlas porque hay que parar la olla, es muy difícil.

-¿Costó que Danae se adaptara al jardín?

-Más nos costó a nosotros aprender a confiar en otros. La verdad es que no sé si hubiéramos podido pasar por todo esto sin el apoyo increíble de las tías del jardín del Hogar de Cristo. Danae tuvo su segunda radioterapia en enero de este año, y siempre recuerdo con emoción cómo en el jardín nos dejaron estar con ella todo el año; mi esposa la acompañaba todos los días, sin volver a la casa. Eso no te lo permiten en cualquier jardín, donde a veces te complican con tecnicismos o discursos largos, pero acá realmente se pusieron en nuestro lugar.

-¿Cómo está ahora?

-Está muy bien, respondió excelente al tratamiento. Mírala, juega con los niños como si nada hubiera pasado. Los niños son así, más fuertes que los adultos. Lo que hemos vivido con Danae nos unió más como familia y me enseñó a tener fe; antes yo no creía en nada, pero ahora veo la vida de otra manera. Por mi hija, todo.