Más allá del maquillaje
En el corazón de Santiago, bajo las luces de un espacio centenario, nueve jóvenes del taller de estética de Fundación Súmate de Hogar de Cristo encontraron mucho más que una lección de estética. La visita fue un portal hacia la autoexpresión y el empoderamiento para aquellos que, tras haber sido marginados del sistema educativo por años, ahora buscan forjar un futuro a través del arte.
Por Matías Concha P.
26 Julio 2024 a las 14:29
El taller, dirigido por profesionales del Teatro Municipal, no solo ha enseñado a estos jóvenes de Súmate las técnicas de la transformación visual, sino que les ha ofrecido un espacio seguro para explorar su creatividad y construir confianza. “Aprender a maquillar no solo cambia cómo te ves, sino cómo te sientes”, explica Hermilys Sánchez (17), del colegio Padre Hurtado de Renca.
-Es parecido a lo que me pasó cuando llegué a Súmate. Vine de Venezuela hace unos años y, por ser migrante, algunos me hacían bullying, diciéndome: ‘Devuélvete a tu país’. Estuve como tres años sin ir al colegio, hasta que llegué a esta escuela del Hogar de Cristo y ahora me siento bendecida, ya nadie me molesta. Así fue mi cambio, como pintarme la cara y convertirme en una nueva persona.
-¿En qué sentido?
-Para mí, el maquillaje siempre ha sido súper importante porque tengo una malformación en mi rostro, parece una quemadura pero es un lunar que ha ido desapareciendo con el tiempo. Entonces, el maquillaje no es solo para verme bien, sino para no tener que andar dando explicaciones a todo el mundo de qué me pasó o cómo me veo. En Súmate aprendí a estar bien con cómo soy, porque así nací y así soy. Aunque algunos todavía preguntan qué me pasó, ya no me afecta.
El taller de maquillaje teatral es parte del convenio de colaboración entre el Teatro Municipal y Fundación Súmate firmado en mayo de este año. Una alianza estratégica que abre las puertas del fascinante mundo de la cultura y las artes a jóvenes que han estado excluidos de la educación. Esta iniciativa les proporciona valiosas habilidades artísticas y crea un espacio seguro donde pueden presenciar obras teatrales, asistir a conciertos y óperas. Y participar en talleres de maquillaje y confección de vestuario teatral.
“Lo valioso de este taller y de todas las actividades que vamos a realizar con los estudiantes de Súmate es entregarles herramientas, que pueden servirles no solo en la ópera o el teatro, sino también como una habilidad útil para distintos ámbitos laborales y para la vida. Además, es fundamental acercar el arte y la cultura a las nuevas generaciones. Sería maravilloso que alguno de estos jóvenes descubra su amor y vocación por la danza, el ballet, el maquillaje teatral o la confección de vestuario, la ópera o el teatro gracias a este contacto directo con el Teatro Municipal”, opina la directora general del Teatro Municipal, Carmen Gloria Larenas.
Para Kevin, otro joven de Súmate, esta experiencia ha sido una revelación de sus propias capacidades. “Siempre pensé que estas cosas no eran para mí, que jamás estaría en un lugar tan exclusivo y elegante como un teatro. Hoy siento que puedo ser parte de algo grande y hermoso. Me gusta saber que existen trabajos así, donde se es parte de algo diferente, casi mágico”, expresa con una sonrisa que ilumina su rostro maquillado.
Según Patricio Lobo, profesor y analista del área de vinculación con el medio de Fundación Súmate, estas actividades no solo reintegran a estos jóvenes al mundo educativo, sino que también les restaura el sentido de pertenencia.
“Aquí, no solo aprenden un oficio, sino también lo que implica ser parte de la cultura y todo el trabajo que se realiza tras bambalinas. La idea era que comprobaran cómo detrás de un escenario hay muchos oficios que son fundamentales para una obra. No es necesario ser cantante, actriz o bailarín para trabajar en el ámbito artístico. Existen oficios y profesiones tan valiosas como éstas, que permiten que todos disfrutemos del arte…”.
-¿Cómo respondieron los jóvenes?
-Están alucinados, no faltó ninguno y eso dice mucho. Dado sus contextos de vida, a veces los chicos no pueden llegar, pero hoy estuvieron todos. El taller de hoy se centró en el envejecimiento, y no han dejado de reírse desde que entraron. Escucharon a la profesora atentamente, sin interrumpir. Algunos incluso me han dicho que ven esto como una opción de oficio para el futuro.
Por su parte, Pamela Correa, responsable del maquillaje y la caracterización de los artistas en el Teatro Municipal, observa estos cambios con orgullo.
“Llevo 33 años trabajando en el Municipal y estas experiencias no se viven todos los días, y eso que aquí se vive un mundo muy mágico,” comenta. “El taller les mostró nuevas posibilidades. Algunos me dijeron que no sabían que podían dedicarse a esto más allá del maquillaje estético, como pintar novias o trabajar en peluquerías, que es muy válido, pero es bueno que sepan que existen otros oficios como este, más relacionados con la cultura y el arte, que nos enriquecen a todos como seres humanos, sin distinción”.
En Chile, 227 mil niños han sido excluidos del sistema educacional. Hoy, al menos para nueve jóvenes de Fundación Súmate, la cultura ya no es un espacio lejano y exclusivo. Han descubierto que el Teatro Municipal es un lugar accesible para todos, donde pueden ser ellos mismos y formar parte de ese mundo mágico, como lo describía Pamela Correa.