Detrás del cacerolazo en rechazo a la construcción de viviendas sociales hay actitudes de fondo que es bueno examinar y reeducar, pues les dan forma a muchas otras acciones discriminatorias de las que somos testigos en nuestras ciudades. El particular conflicto urbano de esta semana en la comuna de Las Condes, sumado a muchos otros de los que somos testigos cotidianamente en cada uno de nuestros ámbitos de acción (allegados, campamentos, migrantes, personas en situación de calle), dan cuenta de un comportamiento de la sociedad que genera exclusión y mucho dolor.
Si queremos avanzar hacia una sociedad inclusiva, colaborativa y justa, no basta con cambiar planes reguladores, reglamentos y políticas públicas; debemos ocuparnos de una profunda transformación ética: los juicios respecto de otros grupos que nos resultan amenazantes a priori y las acciones destempladas hablan de una aporofobia (fobia a las personas pobres o desfavorecidas) que debemos sanar si queremos de verdad caminar a ser un país desarrollado.
Felipe Arteaga Director ejecutivo Fundación Vivienda
Juan Cristóbal Beytía S.J. Capellán Techo
José Tomás Vicuña S.J. Director SJM
José Francisco Yuraszeck S.J. Capellán Hogar de Cristo
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