Estas son seis recomendaciones del equipo especializado del Hogar de Cristo.

1. Mantener la calma, tomar distancia emocional y tener siempre presente que esa actitud no necesariamente tiene que ver con una intencionalidad. Nunca tomárselo como algo personal.
2. Investigar qué está causando las reacciones agresivas: dolor, alucinaciones, incomodidad física por alguna enfermedad o situación relacionada, infecciones, algo o alguien que lo incomoda…
3. Modificar, dentro de lo posible, aquello que le hace sentir ira, miedo o desconfianza y observar si comienza a tranquilizarse.
4. Intentar hacerle sentir cómodo, evitar contradecirlo. Mantener un tono de voz seguro pero suave.
5. Evitar el acercamiento físico mientras está con una actitud agresiva, para evitar que lastime a otra persona o a sí mismo.
6. Evitar las situaciones que le provoquen más agitación emocional, como amenazas, gritos, contención física.