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Cracks de la vida:

La historia de Real Calama

Marcos González, monitor de la Hospedería de Calama, es el gestor de un excepcional equipo de fútbol amateur que hoy es parte de la Liga Esmeralda y que ya está obteniendo su personalidad jurídica. Los jugadores de Real Calama son voluntarios del Hogar de Cristo y hombres que vienen saliendo de situaciones difíciles como la vida en calle, haberse rehabilitado del flagelo de la droga o de haber cumplido una condena carcelaria.

Por María Teresa Villafrade

23 Abril 2025 a las 20:25

El 8 de abril de 2025 comenzó a escribirse la historia de Real Calama. Ese día, el equipo debutó en la Serie Cracks de la Liga Esmeralda, enfrentando a Germanio en la primera fecha del torneo de Apertura.

La noticia trascendió a los medios locales, que lo difundieron de manera especial porque los integrantes de este equipo de fútbol amateur son personas en situación de calle de la hospedería de Hogar de Cristo en Calama, además de hombres rehabilitados del consumo de drogas y alcohol o que pagaron su deuda con la sociedad con cárcel.

El gestor de esta iniciativa es Marcos González (44), monitor de la hospedería desde hace 12 años. Si bien estudió como técnico en Metalurgia, su vocación de servicio a los más pobres y excluidos ha sido más fuerte e importante en su vida.

PRIMEROS PASOS

Nacido y criado en Calama, “con el llamo pegado en la frente”, según describe, dice que conocía la obra de Alberto Hurtado por su familia y amistades, pero no recuerda cómo llegó a trabajar en la fundación.

“Siempre jugábamos fútbol con un grupo de amigos y con el tiempo, después de los partidos les comenté que estaba en Hogar de Cristo y los invité a conocer la hospedería. Algunos se hicieron hasta el día de hoy voluntarios y comenzamos a jugar fútbol con los participantes cada domingo”, relata Marcos de esos primeros pasos.

Real Calama es un equipo que incluye a personas que no tienen hogar y que luchan por superar sus problemas de consumo.

A Calama ha llegado mucha migración y eso también se refleja en quienes pasan por situaciones complejas y viven en situación de calle.

“Tenemos jugadores de distintas nacionalidades: colombianos, peruanos y bolivianos, y un venezolano”, explica y agrega: “Todos tienen al día sus papeles, son la cara buena de la migración que muchas veces no se ve”.

Cuenta que el año pasado decidieron armar un equipo de fútbol para involucrarse en una liga y competir. “De esa manera, los jugadores también se sienten parte de la sociedad, incluidos y no excluidos”.

NACE REAL CALAMA

Así nació Real Calama.

-¿Y el nombre de dónde salió?

-Calama porque vivimos todos aquí en Calama y Real en alusión al Real Madrid.

Una especie de guiño al multimillonario club español porque “soñar es gratis”.

La Liga Esmeralda, cuyo presidente es  Jaime Pizarro –alcance de nombre con el actual ministro de Deportes– aceptó incorporar a Real Calama en dos series: la serie Cracks (de 35 años en adelante) y la serie Honor (de 18 años para arriba).

Voluntarios, trabajadores y participantes de Hogar de Cristo conforman Real Calama.

La Liga Esmeralda la integran nueve equipos pero se van sumando más en el camino. Real Calama ya ha jugado dos partidos en la serie Cracks, ganando uno y perdiendo otro.

LA CONDENA SOCIAL ES MAYOR

“Jaime Pizarro nos facilita las canchas para practicar. Nuestra idea es darles cabida a otros jugadores que por distintas razones no tienen espacio en otro equipo. Aquí, por ejemplo, cerca hay un centro de rehabilitación para el consumo de drogas y alcohol. Tres de ellos rehabilitados son jugadores nuestros”.

También incluyen a personas que han cumplido condena. “Todos vienen saliendo de situaciones difíciles como no tener un hogar, querer salir del flagelo de la droga o haber cumplido una condena carcelaria. Es muy difícil para ellos reinsertarse en la sociedad ya que muchas veces, la condena social es mayor”.

De la Hospedería de Hogar de Cristo hay cuatro participantes. Y todos son muy buenos para la pelota.

El presidente de Real Calama es Marcos González, el tesorero, Moisés Quechuyao y el secretario, Nelson Miranda.

Integrantes de la directiva Real Calama. De izquierda a derecha: Marcos González (presidente), Mario Saldarriaga (colombiano que ha estado desde los inicios), Nelson Miranda (secretario) y Moisés Quechuyao (tesorero).

El 22 de abril ellos tres se reunieron para obtener la personalidad jurídica.

“Todo se ha dado muy rápido y estamos muy contentos. Jugamos dos veces en la semana”, agrega Marcos, señalando que siempre hacen falta balones de fútbol.

Lo que partió como un club deportivo y social hoy es un equipo amateur con todas las de la ley. “Soñamos con jugar una Copa Chile”, confiesa.

“Creemos en el derecho de las personas a enmendar sus vidas y ser un aporte. ¿Qué mejor que el fútbol para lograrlo?”, termina preguntándonos Marcos González.

El logo de Real Calama lo dice todo: su realeza está en su espíritu inclusivo.

Y es cierto, ¿qué mejor? Ojalá este ejemplo sea replicado en muchas otras ciudades del país.

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