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Se cumplen 20 años:

De la masacre de la Sé

El 19 de agosto de 2004, en São Paulo, se vivió uno de los hechos más violentos y crueles contra la población sin hogar: unas veinte personas fueron atacadas con golpes directos a la cabeza mientras dormían. Ante la falta de justicia para los muertos, heridos de gravedad y sus familias, las oenegés dedicadas a superar la pobreza convirtieron esa fecha en homenaje y recuerdo.

Por Vicente Vásquez Feres

16 Agosto 2024 a las 13:00

Era jueves por la noche. Cerca de las diez llegó una oleada de heridos con la misma complejidad neurológica al Hospital de São Paulo. Todos provenían del centro de la ciudad, la más poblada de Brasil y del continente americano. Al rato, llegó otro grupo de personas al borde de la muerte. Según los trabajadores, las escenas eran desoladoras.

En la Plaza de la Sé, ubicada al frente de la Catedral Metropolitana, se vivía una tragedia que empezó el 19 de agosto de 2004, pero se extendió al menos por tres días más. Una veintena de personas en situación de calle fueron atacadas con golpes directos a la cabeza mientras dormían.

En los últimos 20 años, distintas organizaciones han conmemorado la tragedia en el frontis de la Catedral Metropolitana de São Paulo. Fotografía: Terra.

Los culpables, utilizando trozos de madera y barras de hierro, asesinaron a siete y dejaron a ocho con heridas graves. La mayoría de los supervivientes quedaron con consecuencias irreversibles. Desde entonces, el hecho es conocido como “La Masacre de la Sé” y el 19 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Luchas de las Personas en Situación de Calle en varios países en Latinoamérica.

INJUSTICIA Y MEMORIA

En los días posteriores al ataque, hubo toda clase de reacciones y especulaciones políticas. Promesas de “mano dura” en medio de un periodo electoral que tensionaba al oficialismo y la oposición con acusaciones mutuas. La investigación oficial concluyó que cinco policías militares y un guardia de seguridad privada intentaron deshacerse de testigos de su implicación con el tráfico de drogas en el corazón de São Paulo.

La fiscalía tuvo dificultades para seguir adelante con el caso, pues la única persona que vio la masacre y podía cooperar con antecedentes, fue asesinada a fines de aquel agosto. Por falta de evidencias, solo dos acusados fueron condenados por el homicidio de dos víctimas y el resto fue liberado. No hubo solución ni compensación para las familias. De forma irónica, los Tribunales de Justicia están a pocos metros de la Catedral y de la Plaza de la Sé.

En esta imagen de 2022, se evidencia que las personas siguen viviendo en la Plaza de la Sé, centro histórico de la ciudad. Fotografía: UOL.

La gravedad de lo sucedido motivó manifestaciones en el lugar. Ante la falta de respuestas, se creó el Movimiento Nacional de la Población Sin Techo, quienes utilizaban el siguiente lema para concientizar sobre la masacre: “La calle no es un lugar para vivir y mucho menos para morir”. La frase se repite en una conocida canción de Fito Páez.

A 20 años de aquella tragedia, la memoria pertenece fundamentalmente a las oenegés dedicadas a sacar a las personas de la calle, quienes hacen actividades en espacios públicos y céntricos. Uruguay, Ecuador y Argentina –entre otros– son países de la región que, a través de las autoridades y la sociedad civil, perseveran activamente en mantener esta triste pero necesaria efeméride.

Si quieres aportar a que las personas superen la calle y vivan mejor, dona aquí.

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