Main Donate Form

$ 0

Damivago:

Dibujar, una sana manera de protestar

Daslav Vladilo Goicovic, descendiente de yugoslavos, oriundo de Antofagasta, usa el humor gráfico para “criticar el individualismo y cambiar la mentalidad”. Según dice, las raíces de sus valores y motivaciones artísticas brotaron de pequeño, gracias al compromiso social familiar, en especial con Hogar de Cristo.

Por Vicente Vásquez Feres

21 Agosto 2024 a las 19:55

Daslav Vladilo Goicovic (43), más conocido como Damivago, es oriundo de Antofagasta. Sin embargo sus antepasados son croatas, quienes “cruzaron el charco” a mediados del siglo 20 desde la ex Yugoslavia y se radicaron en el norte chileno. Desde que tiene memoria, recuerda los aportes de su familia al Hogar de Cristo en la región. “Siempre ayudaron con ropa y alimentos cuando pedían donaciones. Mi mamá (Evelyn, hoy, de 73 años) todavía lo hace, en la medida que puede”, explica.

El menor de tres hermanos, conoció de pequeño la formación jesuita en el Colegio San Luis, ubicado en pleno casco histórico de la ciudad. Al tener un vínculo directo con el Hogar, con frecuencia eran voluntarios en diversas campañas, como entregar desayunos a personas en situación de calle y pasar tiempo con ellas. Daslav siente que todos sus valores de la casa y el colegio venían casi por inercia: “Compartir con los demás, no ser tan egoístas y ser más empático, sobre todo con los que tienen menos recursos”.

Daslav Vladilo, alias “Damivago”, con su libro “Chaqueteo Nacional”. Actualmente cuenta con ocho publicaciones de humor gráfico realizado de manera digital.

 EL VIAJE

En paralelo, crecía una pasión que poco a poco se fue acercando al sendero moral. Le encantaba el dibujo y practicaba retratando a sus compañeros de curso. A veces por diversión, otras por revancha. Aunque, como decía Chespirito, Daslav cree que sus primeras temáticas eran “sin querer queriendo”. Con el tiempo mezcló sus gustos y las enseñanzas. “Cuando empecé a hacer humor gráfico, nació el criticar el individualismo y la poca empatía en la sociedad. Ese no mirar al otro; todo es yo, yo, yo”.

De su árbol genealógico, Daslav es el único artista. Le han contado que su abuelo, dueño de un almacén al que no alcanzó a conocer, era fanático del dibujo. De todas maneras, su hobbie autodidacta nunca fue su vida entera. Estudió Ingeniería Comercial y si bien se especializó en ilustración y animación en el extranjero, recién en 2015 se mudó a Santiago, donde pudo echar a andar sus publicaciones de humor gráfico digital. Hoy tiene ocho libros de su reconocible estilo cartoon, contingente y, según su leitmotiv, “no apto para amargados”.

Viñeta Nº3868, titulada “Estafa”. Fuente: damivago.cl

Hace un par de años que se dedica exclusivamente a ser Damivago –su seudónimo–, gracias al crecimiento de sus cuentas en redes sociales. “Con el cómic, yo quería hacer algo que quede en la mente de las personas. No hacer un dibujo para un libro guardado o escondido, sino aportar con un granito de arena. Los temas sociales son súper importantes porque algunos no se van a acabar nunca. Pero uno puede ir disminuyendo las brechas y hacer críticas que cambien la mentalidad de a poquito”.

PROTESTA VIRAL

¿Existe algún método para que una viñeta se haga viral? Daslav cree que el impacto en las redes y una buena difusión empieza por concentrar emociones. En general, son temas que abordan la dura realidad de los adultos mayores, el maltrato animal y el funcionamiento del sistema judicial.

Viñeta Nº3837, titulada “Disfrutando de la jubilación”. Fuente: damivago.cl

Hay que saber lo que sienten y piensan las personas, ponerse en su lugar. Es clave para que este tipo de dibujos tengan éxito, porque la gente se ve reflejada e identificada con lo que uno hace. Por eso creo que gustan, sirven para protestar de una manera diferente, sana”, reflexiona.

Si te importan las personas más vulnerables de nuestro país, dona aquí.

Cerrar
80 años