“Nuestra sede está pasando por muchas transformaciones”, comparte la enfermera y coordinadora del centro, Yeraldin Yáñez (31). Con optimismo, detalla cómo el proceso de renovación y ampliación del CESFAM ha encontrado un aliado inesperado en el Hogar de Cristo. “La idea inicial era utilizar, un día a la semana, algunas de las instalaciones de programa de Residencia para Adultos Mayores en Recoleta. Pero, en un gesto de gran generosidad, el Hogar de Cristo nos ofreció el espacio para toda la semana”.
Este acuerdo, que empezó a gestarse en noviembre, se hizo realidad en enero de este año, estableciendo un precedente en la atención y el cuidado de los adultos mayores y los vecinos de la comunidad.
-Ha sido un súper positivo. El Hogar de Cristo es un espacio que transmite mucha paz, es muy grato. Incluso, ha salido el comentario de algunos colegas: “Estamos hasta mejor acá”. A mí en particular me gusta mucho relacionarme con mayores, entonces para mí ha sido muy bonita la experiencia.
El Centro de Salud Familiar (CESFAM) Quinta Bella de Recoleta, que brinda atención a cerca de 50 personas cada día, cuenta con un equipo multidisciplinario integrado por enfermeras, médicos, psicólogos, nutricionistas, podólogos, asistentes sociales, terapeutas ocupacionales, personal administrativo del equipo de gestión, y matronas que ofrecen servicios de teleconsulta.
-Cuando vienen a control, les pedimos que sean bien respetuosos porque éste es el hogar de los adultos mayores, es su casa. Y ¿sabes?: sólo he escuchado cosas buenas. Las familias vienen hasta más contentas. Me han dicho cosas como “realmente se nota el esfuerzo que hace el Hogar de Cristo por mantener a todos con una calidad de vida digna”. Creo que para nuestros vecinos, tener que pasar por la residencia para llegar a nosotros, les ha significado la oportunidad de conocer un poco más de cerca al Hogar de Cristo, un lugar que antes veían como más hermético o escondido.
Para Claudia Riquelme (36), una vecina, la ubicación del CESFAM dentro del Hogar de Cristo, ha representado una ventaja doble. “Ojalá se pudiera mantener así siempre”, expresa. “Cada vez que voy a un control o llevo a alguno de mis hijos, nos encanta porque el lugar es muy verde, lleno de vegetación. Además, te encuentras con los adultos mayores que siempre están dispuestos a conversar o compartir alguna historia. ¿Cómo no valorar esos momentos? Mis hijos han tenido conversas con señoras de ochenta o noventa años, algo que difícilmente hubiera ocurrido si el Hogar de Cristo no hubiera abierto sus puertas a los vecinos. Es como un encuentro entre generaciones”.
La alianza entre el Hogar de Cristo y el CESFAM Quinta Bella ha tenido un impacto positivo, especialmente entre los 64 residentes de la residencia, quienes han forjado verdaderas amistades con los vecinos de Recoleta.
Petrolina Arabena (86), residente desde hace un año, es un claro ejemplo: “He conocido gente joven, mamás, hijos, adolescentes, todos muy respetuosos. Algunos incluso nos traen cosas ricas cuando vienen”.
-Es un tema muy importante para los mayores, me refiero al seguir activos y no terminar enterrados viendo la televisión. Yo antes tenía mi casa, mis cosas, pero me dio un ACV (accidente cardio vascular), que me dejó sin poder valérmelas por mí misma y, para serle franca, tampoco ha sido muy fácil tener amigos acá, muchos están idos o han tenido vidas complicadas, no son caballeros o son mañosos. Así que yo valoro que llegue gente de afuera, es un contacto que todos los mayores necesitamos.