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Katherine Lavín: “Bastián es mi motor”

Tras un año de terapia, Katherine Lavín emprende vuelo propio junto a su pequeño hijo. Pero antes de abandonar el Programa Terapéutico de Quilicura, celebró con sus compañeras el emotivo bautizo de su “verdadera bendición”, como llama a Bastián. Aquí te contamos sobre lo que fue este día, cargado de parabienes para ambos festejados: el por su bautizo y ella por su egreso, recuperada.  

Por María Luisa Galán

26 Abril 2022 a las 19:05

El 20 de abril pasado, el Programa de Tratamiento Residencial de Quilicura se vistió de gala. Ese día dos fueron los motivos de festejo. Uno, el egreso de Katherine Lavín (37). Luego de un año de terapia por consumo problemático de alcohol y otras drogas, celebró el fin de una etapa. En paralelo, esa mañana fue el bautizo de Bastián, su pequeño hijo que a fines de marzo cumplió un año.

Bastián junto a sus madrinas y padrino: Jerson Molina, psicólogo PTR Quilicura, Griselda Córdova, técnico en rehabilitación PTR Quilicura; Caren Vergara, residente PTR Quilicura.

Todo estaba perfectamente arreglado en Quilicura. La multicancha estaba adornada con globos, además de las sillas y mesas muy ordenadas para la ceremonia que presidió el capellán metropolitano del Hogar de Cristo, Orlando “Nano” Contreras. Las compañeras de Kathy, aquellas con las que compartió días y noches, también estaban engalanadas y felices con el día de fiesta. Y qué decir del pequeño Bastián, vestido de un correcto traje blanco y con su pelo engominado. No entendía mucho la importancia de ese día ni el nerviosismo de su mamá. Él estaba feliz jugando.

El equipo terapéutico no se quedó atrás. Tras bambalinas, los profesionales recolectaban cartas de despedida para Kathy y finiquitaban el video de fotos que resumía el último año de madre e hijo. Y, en la cocina se daba afanaban con los infaltables canapés de huevo y la torta.

A las once de la mañana estaba todo listo. El padre Nano había llegado y poco rato después de él, Carabineros de la comisaría cercana al programa. Durante el año, los policías ofrecen cursos a las residentes, como clases de zumba.

Antes de dar inicio a la misa, Katherine dijo: “Este día es muy especial para mí y para mi hijo. Tuve una muy buena acogida en este lugar. Fue muy difícil empezar este proceso sin mi hijo porque consumí durante todo el embarazo y él estuvo durante un mes en el hospital. Fue difícil, era una angustia constante. Tengo tres hijos más y él es mi bendición. Yo al principio no quería tener a Bastián. Como una mujer en consumo no tenía nada que entregarle, pero cuando llegó a mis brazos cambié mi forma de pensar y de ver las cosas”, dice, emocionada. Y agrega: “Si llegó a mi vida es por algo. Y hay que darle no más, de alguna forma hay que salir adelante con él y darle todo lo que necesite. De verdad, él fue una bendición. Se me abrieron las puertas de acá, de este tratamiento. Él es mi motor”.

Padre Orlando “Nano” Contreras presidió el bautizo de Bastián, quien en esta foto está en los brazos de su madre, Katherine.

A estas alturas del bautizo, Bastián se había quedado dormido en los brazos de una de las residentes y compañeras de Kathy. Pero no le duró mucho la siesta, las gotas del bautizo lo despertaron. Pero estaba feliz. Una vez finalizada la bendición, el padre Nano lo presentó al público cual Simba en la película del Rey León y luego convocó a que los invitados saludaran personalmente al recién bautizado. Él les respondía con un “hola” cada vez que se acercaban.

Como broche de oro, un rico cóctel que se esfumó rápidamente, mientras se presentaba el video que con cariño preparó una de las estudiantes de terapia ocupacional en práctica. La emoción inundó a varios, sorprendidos del cambio de Katherine y lo mucho, pero mucho que extrañarán al pequeño Bastián.

Residentes PTR Quilicura

El siguiente paso de Katherine Lavín es su traslado a una Vivienda de Apoyo a la Integración Social (VAIS). Este es un programa destinado a personas en proceso de recuperación por consumo problemático de alcohol y otras drogas, que no cuentan con ayuda familiar o con un espacio que permita la consolidación de sus objetivos. Mujeres como Kathy, que tiene hijos pequeños, pueden continuar juntos, y consiste en acceder a un hogar compartido en donde se les facilita el desarrollo de sus habilidades sociales para que puedan integrarse a su entorno familiar, laboral y social.

¡Felicidades Katherine! Sigue creyendo en tu poder para cambiar tu vida.

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